Pese a estar en veredas opuestas hasta no hace mucho tiempo, se confirmó días pasados la unificación de la Liga Federal Peronista Bonaerense con la Liga Federal Peronista de la Provincia de Buenos Aires, cuyo objetivo prioritario es acompañar el relanzamiento de Julián Domínguez con miras a las próximas elecciones que se avecinan. Las otrora corrientes opuesta del duahaldismo hoy están fusionadas con el nombre de la primera de las dos entidades citadas: Liga Peronista Bonaerense (LiPeBo).
Más allá de esta confirmación, por estas horas existiría cierto malestar en algunos referentes de la LiPeBo, quienes aseguraron a este medio que “no fuimos absorbidos ni son el socio minoritario, que la designación de esta alianza es sólo una cuestión de etiqueta, pero que el peso político entre ambas fuerzas está equilibrado”.
Pero estas declaraciones pierden fundamento en la práctica reciente, ya que se tomó la decisión que aquellas unidades básicas de la Liga Federal que aún se encuentran funcionando en la provincia pasarán a ser “de la Liga Federal en la Lipebo”.
Los entretelones de esta unificación entre la LiPeBo (fundada por Osvaldo Mércuri) y la Liga Federal (Alberto Pierri) no han trascendido en detalle. Aunque teniendo en cuenta que esta nueva Lipebo contará con la conducción única e indiscutible de Julián Domínguez, no resulta descabellado creer que se trata de una búsqueda de los sectores de la ortodoxia justicialista de trazar estrategias electorales para volver al ruedo tras su estruendoso fracaso en 2015.
Estas dos agrupaciones nacieron en el seno del duhaldismo a mediados de la década del ’90, enfrentadas entre sí pero alineadas con el ex vicepresidente, gobernador, senador y presidente. Si no llegaron a un cruce más encendido en aquellos años fue por la habilidad de Eduardo Duhalde de satisfacer a ambas con el reparto de cargos y lugares en las listas.