El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) firmó con la oficina local de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) un convenio tendiente a cooperar en la lucha para la erradicación del trabajo infantil en el sector que, según datos oficiales, afecta a unos 300 mil menores en el país.
Mientras que en el mundo hay más de 152 millones de víctimas de trabajo infantil, y 108 millones trabajan en el sector agropecuario, en nuestro país la cifra también es preocupante. De hecho, las estimaciones a partir de las encuestas realizadas por el Gobierno nacional y el Indec muestran que el año pasado había más de 206.600 niños y niños de 6 a 15 años trabajando en zonas rurales de Argentina, mientras en el trabajo adolescente (16 a 17 años) la cifra era de 85.000.
Entre las principales producciones agropecuarias que incluye la labor de menores están la de ajo, tomate y algodón, de las provincias de Buenos Aires, Mendoza y Santa Fe.
Sobre el convenio, Florencia Lance, especialista de la Dirección Nacional de Transferencia y Extensión del INTA, explicó que se enmarca en las acciones que realiza el organismo internacional para promover el trabajo decente. «Ese concepto se basa en cuatro principios fundamentales: la libertad sindical, la erradicación del trabajo infantil, la eliminación de cualquier forma de discriminación y la supresión del trabajo forzoso», detalló.
En ese contexto, Lance agregó, está vigente un proyecto referido al trabajo infantil, en cuya erradicación hacia el año 2030, en todas las actividades, se comprometieron todos los países del mundo integrantes de la OIT. «El convenio incluye actividades de cooperación y colaboración mutua; estamos trabajando en sensibilizar sobre la temática, que es muy compleja en el sector rural, porque está muy vinculada a producciones tradicionales, a cuestiones culturales y a situaciones de desigualdad y pobreza», explicó.
Según Lance, la idea que impulsa la OIT es «trabajar juntos en la formación de extensionistas, investigadores y trabajadores del INTA para poder estar atentos a esta situación y llevar adelante las acciones necesarias para cumplir con las metas propuestas».
Lo que se busca, añadió, es «que los niños, niñas y adolescentes puedan hacer las actividades que les corresponden, que son ir a la escuela, jugar, estar en ambientes sanos, descansar». También se busca precisar «qué actividades de trabajo joven y seguras se pueden hacer y en qué condiciones». (DIB) FD