Así estiman acreedores internacionales de Vicentin, entre los que se destaca Rabobank, que manifestaron no entender cómo la empresa quebró en meses.
Por Facundo Mesquida (periodista nuevejuliense)
En un nuevo capítulo de esta apasionante novela que mezcla expropiación, intervención, propiedad privada, deudas millonarias, y una empresa que quebró como por arte de magia en 4 meses, justo luego de las PASO en la Argentina, ahora acreedores internacionales dieron a conocer que según sus estimaciones, Vicentin desvió fondos por más de 400 millones de dólares.
Según información que difundió al agencia internacional Bloomberg, los bancos, entre ellos Rabobank, Credit Agricole, ING e International Finance Corp., solicitaron a la justicia copias de las transferencias bancarias entre Vicentin y varias empresas relacionadas.
¿Por qué solicitó esa información? Porque además de ser acreedores de Vicentin estimaron que sus directivos desviaron 400 millones de dólares como parte de las “grandes irregularidades financieras” que denunciaron en el proceso judicial que se lleva adelante en la justicia de Nueva York y por lo cual reclamaron documentación a la compañía.
“Los demandantes dicen que no pueden entender cómo Vicentin pasó de informar finanzas saludables a mediados de 2019 a colapsar meses después, en diciembre, y entrar en default por la suma de 99.300 millones de pesos de deuda a proveedores y acreedores agrícolas”, detalla la agencia.
¿Qué pasó a mediados de 2019 en nuestro país? Muchas cosas sin lugar a dudas, pero una en particular se puede destacar. En agosto la Argentina realizó las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).
Un detalle no menor a toda esta electrizante historia es que ya se demostró y confirmó que la mitad del dinero que le deben a Vicentin (4.292 millones de dólares), se lo debe una firma uruguaya de la cual Vicentin es dueño. Si, no es un error de redacción y están leyendo bien. La agroexpor tadora es acreedora de su propia deuda, por un valor de 2.164 millones de dólares. Ahora, los bancos internacionales quieren seguir el flujo de fondos que ya rastrearon desde Vicentin hacia las otras compañías propiedad de sus familias controladoras.
En su presentación ante la Corte de Nueva York, los abogados de los bancos plantean que “si se demostraran estas actividades de ‘tunelización’ pueden corresponderse con un delito penal tipificado bajo la ley argentina”.
Según la información de Bloomberg, los prestamistas, a quienes se les adeuda 500 millones de dólares en conjunto, también quieren ver las transacciones de los ejecutivos de la compañía y los miembros de sus familias, según consta en la presentación judicial del 29 de junio.
UN POCO MAS DE PIMIENTA A LA ENSALADA
La agroexportadora vendió su participación en el negocio de procesamiento de soja y exportación de biodiésel de Renova, a su socio Glencore por unos 122 millones de dólares. ¿Cuándo hizo la venta? En diciembre, horas antes de asumir el nuevo gobierno y de declararse oficialmente en convocatoria de acreedores.
Según los bancos demandantes, en los acuerdos firmados por Vicentin para adquirir créditos internacionales “no está permitida la venta de esa participación en Renova, y además, no se sabe qué sucedió con esos ingresos”.
Si los bancos internacionales acreedores de Vicentin, están llevando adelante esta investigación para recuperar los fondos prestados… ¿Qué debería hacer el Banco Nación?