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Nueve de Julio
jueves, diciembre 26, 2024

Falleció Marcelo Enrique Gentile

Anoche, cuando el sol ya había caído, se apagaba la vida de Marcelo Gentile. Hijo de la docente María Inés Carassai y del recordado transportista Pelusa Gentile.
Marcelo era el menor de tres hermanos, Martín y Ana María eran sus hermanos a los cuales él admiraba. Tenía siete sobrinos: Emiliano, Lucas, Dolores, Valentino, Benjamín, Ayelén y Katya, a los que amaba; además de sus sobrinas políticas y sus sobrinos nietos Thiago y Sebastián. Así se componía su amada familia.
Marcelo, o “Perita” como lo llamaban algunos amigos y compañeros de la escuela, había terminado sus estudios secundarios en la Escuela de Educación Técnica N°2. Era un muchacho muy querible y apreciado por la comunidad de 9 de Julio. Servicial, solidario, se interesaba por las cosas de su ciudad. Muy observador y memorioso. Con él se podía conversar de distintos temas porque estaba muy bien informado y actualizado.
Quería para su 9 de Julio lo mejor, estaba al tanto si había un caño roto que perdía agua, o si el pavimento o veredas estaban rotas. Se preocupaba por la velocidad de los automóviles y motos, se enojaba ante un acto de injusticia.
El 9 de Julio lo contó entre sus amigos preferidos, nos ponía en conocimiento con un comentario o una foto de lo que ocurría por las calles de la ciudad que él recorría diariamente.
Desde hace varios años se dedicaba al pago de impuestos o a ir al banco, traer alguna receta de medicamentos y otros mandados. Esta tarea que él realizaba con tanta responsabilidad y eficiencia, le abrió las puertas de oficinas públicas y lugares de cobranza donde él trataba con mucho respeto y a su vez ese respeto recibía de todos.
Todos lo querían. Nunca estaba apurado, recorría calles y calles donde recibía el cariño constante. Y eso mi amigo, mi querido amigo Marcelo, se lo ganó solo. Se lo ganó solo por su trato cordial, por su honestidad, por su eficiencia, y sobre todas las cosas porque era un muy buen muchacho, que recién había cumplido hace unos días sus 50 años.
Por eso duele tanto decir que Marcelo desplegó sus alas y se elevó junto al Señor y a María, por eso duele decir que ya no veremos por las calles su figura moverse a paso tranquilo y con esa disposición siempre a mano para mantener una amena charla.
Te extrañaremos Marcelito! Te buscaremos y encontraremos tu hermoso recuerdo, tu lección de vida, donde nos enseñaste que para ser feliz lo único que sirve es amar al otro, es solidarizarse con el otro, es servir y ayudar al otro.
Así viviste vos, así fuiste feliz , así te recordaremos. Por algo hoy un pueblo te llora, pero te puedo asegurar que quedaste prendido en el corazón de quienes te conocimos.
Enviamos un abrazo a Marisa, tu gran mamá y a toda tu familia.
Descansa en paz Marcelito! Siempre en mi corazón.
Estela.

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