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jueves, octubre 3, 2024

Se celebra hoy San Ramón Nonato

 


Hoy 31 de agosto es la fiesta de San Ramón Nonato, Patrono de las embarazadas y parturientas. La Iglesia Catedral Santo Domingo de Guzmán y el Movimiento de Schoenstatt de 9 de Julio invitan a Celebrar el día de San Ramón Nonato. Hoy Martes 31 de Agosto 18.15 hs.: Santo Rosario 19.00 hs.: se celebrará la Santa Misa con bendición de embarazadas, posteriormente se anotarán a las personas que deseen recibir la imagen peregrina en sus hogares. También será transmitido por el facebook Iglesia Catedral Santo Domingo de Guzmán de la Ciudad de 9 de Julio, Pcia. de Bs. As.
Reseña de San Ramón Nonato
San Ramón nació de familia noble en Portell, Cardona, Cataluña, un pueblo de la antigua Corona de Aragón en España, en el año 1200. Fue religioso mercedario. El apelativo “Nonato”, que proviene del latín “non natus” (no nacido), que le fue dado por la manera en que nació: Ramón fue extraído, mediante cesárea, del útero de su madre cuando ella ya estaba muerta. En virtud de aquel singular hecho, se le considera patrón de las embarazadas, parturientas, parteras y recién nacidos.
Sus padres soñaban con la llegada de un hijo. Cerca del pueblo había una ermita dedicada a San Nicolás de Bari donde, frente a la imagen de la Virgen con el Niño, la futura madre acudía buscando consuelo y esperanza de gestar esta nueva vida. La Virgen escucha sus ruegos y la vida comienza a germinar. Volviendo un día de la Ermita a su casa ella muere. Ramón Folch, el Vizconde de Cardona estaba de cacería, y al ver a la mujer tendida en el suelo, sin vida, se inclina sobre el cuerpo y como por inspiración divina, extrae su daga y rasga el vientre de la mujer, naciendo así el niño.
A los pocos días fue bautizado Ramón, que era el nombre del Vizconde de Cardona en agradecimiento por su intervención, quien lo asume como ahijado. Ramón ingresó con permiso de su padre, cerca de los 20 años, a la “Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos”, cuyos miembros son conocidos como mercedarios. La Orden de la Merced -como también se le conoce- fue fundada por San Pedro Nolasco en 1218 con la misión de rescatar a los cristianos tomados prisioneros por los musulmanes en África del Norte. Fue ordenado sacerdote en 1222. (San Pedro Nolasco, el fundador, recibió la profesión de Ramón en Barcelona) y sirvió como superior en varias comunidades de la Orden durante algunos años. Sin embargo, llegado el momento, fue enviado como “rescatador de cautivos” al Norte de África. Allí pagó rescate por varios cristianos hasta que se le acabó el dinero y, de acuerdo a su cuarto voto, se ofreció él mismo a cambio de un prisionero. En cautiverio, Ramón se dedicó a anunciar al Señor y a dar consuelo a quienes, como él, estaban privados de su libertad viviendo en condiciones infrahumanas. El Santo tenía un solo propósito: fortalecer la fe de aquellos a los que Cristo puso bajo su cuidado. Con su testimonio de amor, suscitó muchas conversiones, incluso entre los no cristianos, lo que enfureció terriblemente a sus carceleros musulmanes, quienes lo mandaron torturar en diferentes oportunidades. Como castigo fue azotado públicamente más de una vez, y en una ocasión llegaron a perforarle los labios con hierro candente para colocarle un candado en la boca y deje así de hablar. Solo se lo quitaban para comer. Fueron ocho largos meses los que San Ramón tuvo que pasar en esta situación, hasta que Pedro Nolasco pudo enviar a otros miembros de la orden a rescatarlo. San Ramón, de regreso a España, fue nombrado cardenal en el año 1.239 por el Papa Gregorio IX. El Santo asumió su cargo con sencillez y continuó con el mismo espíritu evangelizador que siempre había tenido. Aunque era un príncipe de la Iglesia, vestía con sencillez y nunca abandonó su pobre celda del convento de Barcelona. Sirviendo como cardenal, fue convocado a Roma por el Papa.
Ramón emprendió el viaje pero al llegar a Cardona, a unos diez kilómetros de Barcelona, le sorprendió una violenta fiebre y partió a la Casa del Padre el 31 de agosto de 1240. Tenía solo unos 36 años. Para que no hubiera disputas sobre donde iba a ser enterrado, se propuso poner sus restos sobre una mula ciega, considerando que donde se detuviera sería el lugar que el santo había elegido para quedarse. Luego de detenerse brevemente en dos parajes, finalmente llega a la ermita de San Nicolás, lugar donde sus padres soñaron y anhelaron su nacimiento. El 31 de agosto de 2020, el Papa Francisco envió un mensaje a la comunidad mercedaria del Santuario San Ramón Nonato en Buenos Aires (Argentina) con motivo de su fiesta. En la misiva el Papa recomendaba a los matrimonios rezar a este santo cuando quieren tener un hijo: “Cuando en la Audiencia algún matrimonio me pide la bendición para que venga un hijo, les digo que recen a San Ramón Nonato, y si son de la Argentina les recomiendo que pasen por el santuario de la calle Cervantes. Como ven, los tengo presentes”, aseguró el Pontífice.
LOS SÍMBOLOS QUE ENCONTRAMOS EN LAS IMÁGENES DE SAN RAMÓN NONATO SON:


El sombrero: Es de color rojo y su nombre es «capello», y era propio de los cardenales antiguamente. Ramón fue nombrado cardenal, aunque no llegó a gozar de los beneficios de su nombramiento. Normalmente lo lleva a los pies, lo cual indica su desprecio por las honras, aunque sean eclesiásticas. En todo santo, el atributo a los pies (báculos, coronas, mitras, etc) significan eso: desprecio por las honras del mundo o de la Iglesia.
La bolsa de monedas: Normalmente también a los pies. Indica que, aunque los mercedarios, Orden religiosa de Ramón, necesitaban dinero para el rescate de los cautivos cristianos, el santo confiaba en la Providencia y se lanzaba a rescatar cautivos sin medios, incluso quedándose preso él mismo, como fue frecuente en otros mercedarios, santos o no.
La palma: Indica victoria, como en todos los santos, especialmente los mártires, pero no solo ellos la portan. En Ramón lleva tres coronas: castidad, elocuente predicación y martirio, (este último incruento pues aunque padeció muchísimo no murió de muerte violenta).
La custodia: Es el Santísimo Sacramento, del que Ramón fue devotísimo. El candado: Normalmente sobre los labios o a veces en la palma. Recuerda como le fue puesto un candado, perforándole los labios con un hierro al rojo vivo, impidiéndole predicar el evangelio. No le hizo falta, en sus manos se grabaron milagrosamente los Nombres de Jesús y María; sólo con levantarlas, ya predicaba.
Las coronas: En algunas pinturas aparece entre Jesús, que le ofrece una corona de espinas (una vida llena de padecimientos por Él) y la Virgen, que le ofrece una corona de flores (el premio inmediato del paraíso). Sabido es que Ramón eligió una vida dura y sacrificada por la gloria de Dios y los cautivos cristianos. Otra corona de flores alude al premio de la Virgen de la Merced a su virginidad y pureza. También es frecuente la estampa donde le acompañan unas mujeres suplicantes, indican su protección sobre la maternidad, los partos y demás. En algunos casos va de hábito blanco con escapulario y capa blancos y el escudo mercedario; pero por lo general lleva la muceta (capa corta) roja cardenalicia. También es patrón contra los rumores, los chismes y calumnias, por lo de su boca cerrada.

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