NOTA III
Por Carlos Crosa
Médico y escritor nuevejuliense
Anteriormente, en notas I y II, se ha abordado el estudio compasivo del profesor de Medicina Interna Dr. Héctor Carvallo y su par de In- fectología Dr. Roberto Hirsch, sobre la acción de la IVM en la enfermedad por Covid 19, y su repercusión en institutos de difusión e investigación de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Austria, algunos de los cuales continúan trabajando sobre el tema conjuntamente con ambos profesores.
Se describió, también, la desinformación al respecto por parte de la autoridad sanitaria como de infectólogos mediáticos, a quienes, en su carácter de académicos les llegan sin duda papers desde el exterior acerca de dicho estudio como de otros tópicos médicos.
Algunos de esos vernáculos académicos subestimaron a la IVM aduciendo que no reúne criterios investigativos metodológicos sobre su seguridad y eficacia. Sin embargo, el estudio de marras cumple criterios metodológicos de “Uso compasivo” para personas graves y bajo consentimiento, establecido en el artículo 37 de la declaracion de Helsinki (1964) con sus ratificaciones y enmiendas en sucesivas reuniones de la Asamblea Médica Mundial (Brasil, 2013, la útima).
Conocerlas, es parte de la necesaria actualización de todo médico, a lo que agregaría que, al menos, la invocada seguridad de la IVM para la salud, viene avalada por su histórico uso a dosis altísimas en personas de Africa gravemente afectadas de parasitosis.
Otro gran ignorado –como se adelantara en la nota II, en esta asoladora pandemia – es el Ibuprofenato Sódico, cuya patente donaran para el acceso gratuito los científicos de Córdoba al mando del Doctor en Bioquímica Dante Beltramo, investigador del CONICET, jefe del Centro de Excelencia en Productos y procesos de Córdoba (Ceprocor) y profesor titular de Biotecnología de la Universidad Católica de Córdoba. “Me emociona cada vez que me hacen un reporte de pacientes que estaban graves y que les dan el alta; la satisfacción de ver gente que se recupera no se paga con nada, créame”, dice él en Portal Santa Cruz, 20/9/2020.
Cual si ello de por sí no fuera humanísticamente maravilloso, agrega: “La mayoría de las cosas terminan siendo no como uno las piensa sino como el destino lo decide… estábamos procurando conseguir un sistema simple para minimizar la actividad de las bacterias que anidan en el pulmón de los pacientes con fibrosis quística, y se nos ocurrió probar esta molécula de ibuprofeno a la que había que hacerla soluble en agua para que sea accesible al pulmón”.
Personalmente, comprobé en mi práctica el alivio de la angustiosa dificultad respiratoria con este fármaco no autorizado aún a nivel nacional ni en nuestra provincia (recién hace poco la ANMAT encargó una investigación formal del mismo) como sí, en cambio, lo autorizaron Cordoba, Jujuy, Salta, Santa Fe y La Pampa.
Ello, junto con la IVM (Nota II), le permitió preservar 4000 vidas al profesor Alonso en Santa Fe, y 2300 a la Dra. Miriam Luna en Caleta Olivia. Sumar ahora los 7000 casos tratados en el Chaco por el equipo del Dr. Fernando Pinto, junto con alrededor de 2000 en La Pampa, resalta el valor terapéutico del trabajo de los profesores Carvallo y Hirsch como de los investigadores de Córdoba con el Ibupofenato.
A la importancia (Nota II) del bajo costo de ambos, cabe sumarle el ahorro para los sistemas de salud ya que, al permitir una alta atención domiciliaria, reduce la ocupación de terapia intensiva, evitando muertes por otras patologías que no pudieran ser atendidas en dichas salas por haber sobreocupacion de las mismas.
En próxima y última nota, se dará cuenta de la efectividad de la IVM para con las nuevas variantes del virus, lo cual sería de gran utilidad en tanto se fueran elaborando las vacunas específicamente activas contra dichas variantes.