[16 de noviembre de 2009] San Agustín visitó a Viamonte, en un partido a priori muy difícil, ya que el granate buscaba, ante un equipo que siempre es candidato, una victoria que lo acercase a la clasificación.
El Decano, como es su costumbre ya, desde el minuto inicial salió mirando el arco rival, siempre apostando a la sutileza de sus hombres claves: Nelson Gómez, Emanuel Bonamino, la pegada de Pablo Quiroga, las subidas permanentes de Garbarini, la velocidad de Matías Díaz, y todo el despliegue de Hernández, más la proyección de sus laterales. Con esos fundamentos, comenzó mejor el local. A los 19’, ya Camiletti tuvo una excelente intervención cuando le sacó un violento y bien dirigido remate a Bonamino.
Parecía que el gol local llegaría en cualquier momento, sin embargo se produjo una salida fallida de Giuvinazzo en el fondo, cuando intentó tocar corto a Cutó, (que había reemplazado a Escudero, lesionado), y aprovechó Perrota, casi sin resistencia, para marcar el 1 a 0, hasta allí sorpresivo. Se desconcertó el local y lo aprovechó San Agustín, que pudo haber aumentado en dos ocasiones: primero Cañas, con un remate apenas alto, y luego Márquez de tiro libre, exigió una gran atajada de Basso.
La segunda parte fue otra cosa. Ingresó un hombre de área, Nicolás Castillo, se fue un carrilero como Garbarini, comenzó a agigantarse la figura de Nelson Gómez en el medio, encontrando socios en Hernández por derecha, Quiroga por izquierda, y Bonamino en el trabajo de creación. Poco a poco la visita se vio acorralada, y las chances se sucedían. Viamonte, en el primer cuarto de la segunda parte, sufrió la expulsión de Matías Díaz, por un supuesto codazo a un defensor granate, que el árbitro Pellegrino mostró la roja para el delantero.
Lejos de amilanarse, el local buscó por todos lados. Y sobre los 25’, una pelota que cayó sobre el área, la pelearon varios defensores y delanteros locales, el balón tomó altura, y apareció Quiroga, que con un remate mitad tijera, media chilena, decretó un golazo. Siguió para adelante el local, buscando sacar diferencia. En una gran jugada, la tomó Nelson Gómez en la mitad de la cancha, esquivó a varios jugadores, enfrentó al arquero, con un amague de cintura lo eludió, y cuando se disponía a definir, solo con el arco vacío, la pelota le picó mal justo en el momento del remate final, que se fue apenas desviado.
Los últimos minutos fueron de total protagonismo de la terna arbitral, con dos goles anulados por posición adelantada. Solo estas circunstancias prohibieron a Viamonte quedarse con la victoria, ya que el complemento fue todo local, que se clasificó con el empate. Para San Agustín queda una pequeña luz de esperanza, si gana por más de dos goles y se dan algunos resultados a su favor.
