* Nota realizada por la periodista nuevejuliense Luciana Mazza Toimil en «Medios Lentos»
El conocido historiador Felipe Pigna dialogó en exclusiva con Medios Lentos (entrevista realizada por su directora Luciana Mazza Toimil). Habló del gobierno, de la nula oposición, de las mujeres en la historia y de su último libro dedicado a “ellas”, de su niñez, y de que le gustaría ser “más lento”.
¿Un historiador sería un periodista del pasado?
Sí y periodista en el sentido del análisis también, porque hay una confusión en torno a qué somos nosotros y según cierta mirada aséptica uno tendría que ser un cronista o un cronólogo, y en realidad la función de historiador se define por la capacidad de opinar sobre la historia, no transcribir documentos sin comentarlos, sino trabajar con los documentos y las fuentes para comentarlas. Igual que si un periodista solamente te cuenta “murió Amy Winehouse” y si no sabe quién es la chica, no sirve, ahí hay que ponerle análisis, hay que ponerle historia, quién es, por qué, por qué murió así, los vínculos con el pasado. Entonces yo creo que un periodista se define por la capacidad analítica y la capacidad de recurrir a todos los elementos que tenga a su alcance para aumentar la información del lector.
Felipe, sus gustos y su niñez
¿Cómo era tu familia?
Mi familia era una familia de cuatro hermanos en total, tres mujeres y yo. Mi viejo era gerente de Sadaic, y entonces había en mi casa mucha música y mucho contacto con músicos. Mi familia vivió 17 años en Mercedes, o sea, mis hermanas prácticamente se criaron ahí, yo fui el último con una diferencia de 7 años con mi hermana, o sea que era el mimado y el lastimado porque se peleaban entre ellas para tenerme y alguna vez fui a parar al piso. Mi papá fundó un centro de egresados del colegio nacional en Mercedes, que todo el tiempo traía artistas, y lo mismo hizo en Azul, así que venían a mi casa los mejores artistas, músicos de la época, por casa pasó Atahualpa (Yupanqui), La Negra (Mercedes Sosa), los Chalchaleros, los Huanca Hua, y eran cenas que duraban hasta la madrugada, y yo muchas veces me quedaba dormido pero me fascinaba escuchar esos relatos.
Viajamos otra vez con Felipe chiquito, vamos a Mercedes con el olor a pasto.
De Mercedes tengo muy pocos recuerdos porque me fui a los 3 años. Tengo recuerdos de que quería ser bombero, me llevaban al cuartel. Habían traído un camión autobomba nuevo, mi viejo era un personaje bastante conocido, al lugar que iba se destacaba, generalmente lo nombraban secretario de cultura, le gustaba mucho la cultura, y en los dos casos era un gran promotor cultural mi viejo, y conocía a todo el mundo, entonces era amigo del jefe del cuartel de bomberos, me llevaban ahí y tocaba la sirena, me han regalado el traje de bombero.
Me acuerdo más de Azul, es la ciudad más consiente, no me acuerdo de los detalles, pero me acuerdo que mi viejo me decía: “hoy viene un señor muy importante”, cuando vino Atahualpa, o Javier Villafañe que venía con su grupo de títeres, que paró en casa, y para mí era alucinante tener esa gente en casa. Después por supuesto tomé conciencia, pero en ese momento era gente interesante para mí que después la veía o escuchaba un disco. Me acuerdo del gusto por escuchar historias tan bien contadas como la contaban ellos. Eso fue quizás la primera marca para que me guste la historia.
¿Luego vinieron para Capital Federal?
Y después vinimos para Capital Federal. A mi viejo lo iban trasladando, lo cual para nosotros y más para mis hermanas tenía un cierto costo porque perdían novios, yo perdía amigos, y era un bajón empezar en una escuela nueva, en un lugar nuevo. De Azul nos fuimos a Córdoba, que ya se estaba poniendo caliente la cosa, año ‘67, ahí la pasamos muy lindo. Mis casas siempre fueron casas abiertas, venían todos los amigos, nunca comíamos nosotros solos, siempre venía alguien a comer, era una casa de mucha gente, “la casa del pueblo”, y eso creo que a uno lo marca también en cuanto a lo social. Yo no recuerdo de comer solo con mis viejos, almorzar a veces sí, pero la cena siempre era en multitud. Mi hermana mayor cocinaba pizza, o venían los amigos, guitarreada.
¿Por qué te pusieron de nombre “Felipe”?
Es un nombre muy real, de los reyes, Felipe II, hasta Felipe V. Lo que pasa que en mi familia había tradición de Felipes, venía de siglos, todos Felipes. Tengo tres hijos: dos varones y una nena.
¿Siempre te llamó la atención la historia?
Sí, de chico me gustaba la historia universal, era fanático de Egipto, quería ser arqueólogo. Era un pibe normal porque la verdad es que en aquellos años los chicos normalmente jugábamos a la pelota o salíamos a la calle, que era muy linda la calle en los años ‘60, no había peligro, no pasaba nada, venía la cana y te sacaba de la calle pero para cuidarte, para que no juegues en la calle porque te podían pisar, con la cana había una sensación de protección todavía (risas), el vigilante era un tipo conocido. Las cosas después cambiaron mucho, pero la calle era un lindo lugar. No era extraño que un pibe lea y a la vez juegue a la pelota. A mí me daba por la arqueología, después fui cayendo a la realidad de que era carísimo, imposible, y me empezó a gustar mucho la historia argentina en la secundaria,
En una entrevista hablaste de cómo se manipula la historia, de cómo los manuales, explican la Revolución de Mayo
Yo decía en Mitos 1 (Mitos de la historia argentina 1) que la Revolución de Mayo fue un acto político, un acto militar, económico, no fue un acto escolar, porque a la mayoría de nosotros nos remite a una cuestión de corcho quemado que está bueno pero es increíble como la mayoría de la gente lo relaciona con la escuela y no con algo que tiene que ver con su pasado o con un hecho fundacional como es la revolución fundadora de nuestro país. Y todavía se sigue adjudicando en el marco de lo escolar. Lo que también me impulsó mucho a tratar de comunicar y salir un poco del ámbito de la escuela, salir a la calle, fue el saber que la historia está tan mal contada, y tan contada para un lado, para el lado del poder, manipulada como suele estar.
El historiador en general analiza el pasado, ¿cómo hace un historiador para analizar el presente, el “ahora”?
Hay un fenómeno interesante en este momento en el mundo académico europeo y norteamericano que son las cátedras de historia inmediata, que analizan los hechos en desarrollo. Entonces la guerra de Libia uno la podría convertir en historia al lado de la noticia de lo que va transcurriendo poniendo quién es Kadafi, cuál fue su vínculo con el mundo occidental, sus relaciones con Italia, con Francia, el aliado de occidente en el norte de África, todas esas cosas le caben a la historia, entonces hay una lectura del pasado siempre con referencia histórica.
Ellas según Felipe
En la Casa Rosada se encuentra el “Salón de las mujeres”, son 12 mujeres, ¿creés que falta agregar alguna? Aclaremos quiénes son las doce mujeres que figuran es este Salón: Cecilia Grierson (la primera médica y enfermera argentina), Mariquita Sánchez de Thompson, Blackie (Paloma Efron – conductora televisiva), Evita (Eva Duarte – esposa del ex presidente Juan Domingo Perón), Juana Azurduy, Victoria Ocampo (escritora), Alfonsina Storni (escritora), Aimé Paine (dirigente mapuche), Tita Merello (actriz y cantante), Madres de Plaza de Mayo, Alicia Moreau de Justo (dirigente socialista), Lola Mora (escultora).
Creo que se pueden ir agregando mujeres. Estoy trabajando en un libro sobre mujeres así que te puedo aportar algunas más. Me parece que hay una representación simbólica de rubros, eso es un poco lo que se buscó, alguien de los medios, una luchadora, una cantante de tango, una representante de las comunidades originarias, pero me parece que no se agota ahí, me parece que hay muchas más mujeres.
Aunque está bastante bien elegido el asunto, está Evita por supuesto, está Alicia Moreau de Justo, está Azucena (Villaflor), Aimé Paine, Cecilia Grierson, la primera médica y enfermera, Mariquita (Sánchez de Thomson) es una mujer interesantísima que queda relegada a la casa donde se tocó el Himno, pero era una tipa muy interesante, de muy jovencita hizo su primer planteo frente al Virrey para poder casarse con su amado Thompson, porque en esa época existía una pragmática oficial por la cual los jóvenes no podían casarse de acuerdo a sus gustos amorosos sino que dependían de la aprobación de sus padres.
No puede ser que “política” sea una mala palabra, además que está muy banalizado el tema de los Derechos Humanos
Es un cambio de escenario que hay que interpretarlo de una manera muy importante. No se termina de concretar algunas cosas que tienen que ver con la autoestima y la identidad de la gente, entonces ahí la identidad queda disponible, lo que se dice en términos sociológicos “disponible”, y el que mejor la va a interpretar y la va a agarrar para él es el sistema mediático. Si vos no trabajás en serio sobre la identidad, si no insistís en el autoestima que implica ir convirtiendo los planes sociales en puestos de trabajo reales, donde el tipo siente que realmente está trabajando para él y que se gana la guita con su trabajo y su esfuerzo, si no volvemos, por ejemplo, a las redes sociales que son los clubes de barrio donde el pibe tiene identidad barrial, donde está contenido, si esa identidad no existe la va a tomar de Tinelli, la va a tomar de la pavada que ve en televisión.
Los medios de comunicación
Respecto a la historia de los medios en Argentina ¿qué influencia tuvieron los distintos gobiernos sobre los medios?
Los medios siempre fueron muy importantes, nunca fueron tan protagónicos como en el presente, hubo quizás algunos momentos en la historia argentina, en la época de Perón, donde hubo un protagonismo importante de los medios y hubo después una importante censura también, las dos cosas, y la época de Illia que fueron los protagonistas del golpe de Onganía, los grandes fogoneadores del golpe. Pero lo que es interesante decir es que en esos entonces, en los ‘40, en los ‘60 los medios siempre estaban siendo voceros de algún sector político. Es decir, en la campaña contra Perón, eran los voceros de la Unión Democrática, no iban más allá de lo que los partidos proponían, en los ‘60 eran los voceros del golpe militar y se atenían un poco a la línea, es más, Mariano Grondona era el vocero del sector azul del golpe militar.
La novedad de estos momentos es que ante la ausencia de un discurso político por parte de los partidos políticos que son de una oposición de las más pobres que recordemos en la historia, donde hay o apocalipsis o la nada, son los medios los que van a la vanguardia, o sea, los medios van mucho más allá de lo que dicen los partidos y empiezan por un lado una defensa corporativa, que tiene que ver con los intereses económicos mediáticos, y por otra parte ellos intentan y logran marcar la agenda y bajarle línea a los partidos políticos, lo cual es una novedad absoluta, que está pasando mucho en el mundo, no solamente en Argentina. El diario El País le acaba de pedir la renuncia a Zapatero, diario del partido socialista español, o sea que ya está claro que la concentración económica que va de la mano con la concentración mediática no se concibe una sin la otra, el caso Murdock es un caso muy clarito en este aspecto. Los medios están muy por encima de los partidos políticos, tiene mucho más poder.
¿Cuál sería el papel de los partidos politicos en los medios?
Los partidos políticos están en decadencia, los medios están en amplia expansión, se van concentrando, las comunicaciones permiten una multiplicación de los medios, y entonces creo que la gran novedad hoy es que los medios en Argentina son los que marcan el ritmo de la oposición, qué tiene que decir la oposición, qué tiene que hacer la oposición, vimos decenas de editoriales en estos dos años de qué tenía que hacer la oposición, que tenía que formar un frente, todas cosas que habitualmente no se le decían a los partidos políticos. Uno ubicaba a un diario por cercanía a un partido político y decía “este tipo está siendo vocero del radicalismo, el peronismo, etc”, o sea que Clarín era del frondizismo hasta cierto momento de la historia, esto es lo que dice Frondizi, esto es lo que dice Frigerio, escuchabas Radio Rivadavia y era la radio de los radicales. Pero hoy en día es al revés, son los medios los que le bajan línea a los partidos políticos y te mantienen vivas figuras que están muertas completamente como Elisa Carrió, que es una persona que si no fuera por los medios no existe, de hecho políticamente no existe, es un 2 ó 3 por ciento.
¿Qué pensás acerca de los pensadores olvidados y el tema de no cuidar nuestra historia?
En general los pensadores argentinos están olvidados, se los recuerda nominalmente pero hay una falta de recuerdo de tipos muy importantes. Inclusive San Martín que es un nombre muy nombrado y poco recordado en cuanto a lo que él pensó o Belgrano que también es una persona muy nombrada pero no se lo asocia a que es un pensador, que es un gran economista, un hombre muy interesado en la educación popular, la educación femenina, un pionero realmente.
¿Qué necesita hoy la Argentina?
El país necesita, tiene urgencias en las que hay que trabajar ya. Tiene que ver con mejorar la calidad educativa, con mejorar la calidad sanitaria porque el país sigue estando muy mal en términos sanitarios. Un déficit importante de este gobierno es el tema salud, son cosas que hay que decir y que hay que actuar sobre eso, esto no desmerece lo que se hizo, pero se pudo haber hecho más. Por lo tanto hay que insistir en que se haga más por, quiero decir, estas son cosas que uno tiene la posibilidad de verlas, las tiene que decir. Como decíamos antes, mucha gente no tiene esta posibilidad porque está en el día a día, porque le llenan la cabeza con pelotudeces, porque la marean, porque bueno, entonces uno labura de esto, tiene tiempo de sentarse a analizar y lo tiene volcar positivamente. Para que esto mejore, no para decir “Yo sé más que los demás” o ponerme por arriba de los demás. Creo que esa es la diferencia entre un intelectual orgánico que solamente sirve para avalar y un tipo está pensando para mejorar, son dos cosas distintas y no porque se sienta más que el tipo que camina por la calle. Me parece que hay que partir del privilegio que uno tiene de vivir de lo que uno piensa, que es un privilegio absoluto, y retribuir eso aportando todo lo que uno pueda a cualquier pensamiento. Pero hay como una división catastral digamos en la sociedad argentina, entre los que piensan y los que trabajan que es grave.
¿No se pueden combinar las dos?
Y sí, yo estoy convencido que mucha gente que trabaja piensa…y no la desprecio en absoluto, me siento a escucharlo y te llevas muy gratas sorpresas pero en la medida en la que vos no te pongas por encima de nadie.
¿Qué es lo peor que se puede cometer en política?
Un pecado muy grave que se comete en política es la soberbia. Y este gobierno tuvo la desgracia durante mucho tiempo de no tener oposición. Cuando vos no tenes oposición, cuando vos no tenes una oposición seria, todo el discurso lo manejas vos, vos te contestás, vos te hablás.
¿Estamos viviendo “hechos históricos”?
Sí, la historicidad en Argentina es muy barata. Se regala, todo es histórico en la Argentina, es un hecho histórico, todo es histórico y bueno, sí, si vamos a poner a pensar todo es histórico, todo va a pasar a la historia. El tema es qué sentido le damos a eso histórico. Porque es cierto, una verdad de Perogrullo que todo lo que acontece políticamente en un país de alguna manera va a ser recogido históricamente. Ahora, cuando uno dice “histórico” está hablando de algo, se supone que está hablando de algo groso, que realmente va a marcar la diferencia o no sé, divisor de aguas o bisagra, palabrita que se usa mucho ahora, “bisagra”. Pero sí, acá se banaliza mucho, muchos términos se banalizan, “histórico” es uno de ellos.
¿Qué profesión ejercerías si no fueras historiador?
Y ya a esta altura es difícil pensarlo. Me encantaría ser arquitecto, por ejemplo, pero sin estudiar arquitectura.
¿En qué sos mediolento?
A veces soy un tipo lento en el reaccionar en tomar decisiones, soy lento, sí. Es así, me cuesta a veces. Y no necesariamente tomo la mejor decisión pero me cuesta un poco. La pienso, le doy vueltas.
¿Y tomas la lentitud como algo negativo?
No, para nada. Me encantaría ser más lento en realidad, en la vida. Me encantaría tener esta cosa slow de más tranquilidad. Me doy cuenta que la salud pasa por la lentitud también. Comer lento, hablar lento, escuchar. Eso es salud. Nada que se haga apurado va a estar bueno. Lo podés llevar al terreno que quieras. No está bueno apurado…