Promediando la tarde de ayer se conoció la noticia del fallecimiento del estimado vecino Santos Bramajo. El hecho impactó hondamente entre sus relaciones, familiares, amigos y antiguos clientes de su legendario kiosco ubicado en la Plaza «General Belgrano».
Nacido en 9 de Julio el 1° de abril de 1930, vivió siempre en esta ciudad, donde forjó su hogar y se ganó la estimación de todos quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Si bien la vida de Santos estaba ligada, esencialmente, a su larga trayectoria como kioskero, labor que desarrolló por más de sesenta años, siendo muy jóven había incursionado en el rubro de la panificación. Junto a Corvalán y Oliva había abierto la panadería «La Favorita».
En 1958 inició su oficio de kiosquero, sucediendo en el mismo al señor Sánchez, quien lo había instalado en la Plaza «General Belgrano». Así, con el devenir de los años, el kiosco de Bramajo se convirtió en una parte de la historia de nuestra comunidad.
Su corrección, prestigio y la distinción en el vestir fueron una característica que lo destacaron.
En 2020 al desatarse la pandemia de COVID-19, Santos debió dejar su trabajo en el kiosco, cerrándose el mismo para siempre. Ese año, el Concejo Deliberante de 9 de Julio le otorgó la merecida distinción de «Ciudadano Destacado».
Había formado su hogar junto a Martina Caresano (fallecida), estableciendo su domicilio en la calle Entre Ríos (hoy, Arturo Frondizi) entre Río Negro (hoy, Cardenal Pironio) y Tucumán, en parte del antiguo solar que había pertenecido a su suegro, don Agustín Caresano. Allí vivió y transcurrieron sus últimos años, en el descanso de su hogar.
Santos era padre de Marta y Raúl Bramajo y tenía cinco nietos, Paulo, Marcos, Matías, Andrés y Olivia.
El sepelio de sus restos fue realizado esta mañana, en el cementerio de 9 de Julio.