Días pasados, la intendente municipal de 9 de Julio, María José Gntile, otorgó un importante reconocimiento a Panadería «Gobelli», empresa familiar fundada en 1912 y que, en su tipo, es el comercio más antiguo de la ciudad. Patricia Torrent junto a su esposo Daniel, se hicieron cargo de la Panadería desde 1989. Ahora, sus hijos también forman parte de esta casa centenaria que, con una mirada puesta en el futuro, ha propiciado una renovación total de su salón de ventas.
Tal como lo refiere Patricia, “todos los integrantes de la familia colaboran tanto en la producción como con el reparto fuera del negocio, con las confiterías”.
“Esta reforma -explica- surgió porque nuestros hijos decidieron seguir con el emprendimiento familiar de toda la vida. Esta panadería fue iniciada por mis bisabuelos, allá por 1912″.
Cabe recordar que, Panadería «Gobelli» siempre estuvo en la familia y, en la actualidad, Patricia y sus hijos son la cuarta y la quinta generación al frente de la misma, respectivamente.
Las refacciones y modernización del local comercial, tan emblemático en la ciudad, ha permitido poner a la Panadería de cada a un futuro que, sin dudas, tiene a los más jóvenes, Emilia, Celia y Juan Ignacio Rumi, como protagonistas.
UNA LARGA HISTORIA
Puede decirse que la historia de la Panadería «Gobelli» debe escribirse desde la llegada al país de cuatro inmigrantes italianos, sus fundadores: el matrimonio conformado por José Gobelli y Ana María Calegaris, acompañado por sus hijos Juan y Dominga. Arribaron a la Argentina el 20 de noviembre de 1898, en el buque «Perseo», un trasatlántico de la Compañía «Navigazione Generales Italiana», que había partido del puerto de Génova.
Los Gobelli eran oriundos de Casal Cermelli, una localidad y comuna italiana de la provincia de Alessandria, en la región de Piamonte, que en los años en que vivían ellos contaba con unos 1900 habitantes.
Afincados en el Partido de 9 de Julio, en los primeros años don José y su hijo Juan se dedicaron a las tareas agrícolas mientras que su esposa María y su hija Dominga lavaban y planchaba en ropa que luego entregaban a domicilio a sus clientes.
Merced a muchas horas de trabajo y de gran dedicación, la familia Gobelli reunió el capital para adquirir una panadería, llamada «La Cooperativa», que se encontraba ubicada en la esquina de la avenida Bartolomé Mitre y Santa Fe, exactamente en el mismo lugar. El 11 de junio de 1912 tomaron posesión de la panadería.
Por entonces, el comercio en 9 de Julio no había tenido el gran boom expansivo que habría de cobrar décadas más tarde. No obstante ello, para quienes decidían abrir un comercio, encontraban grandes posibilidades, pues el incremento poblacional motivado por la inmigración hacía creciente la necesidad de contar con mayores alternativas.
Por aquel entonces, la familia había crecido, contándose con otros hijos: José María, Domingo y Sebastián. Ellos, junto con su padre don José y el hermano mayor Juan, se ocupaban de la tarea diaria de la panadería que no era sencilla.
Como se dijo, el pan era repartido a domicilio utilizando para ello cinco jardineras tiradas por caballos que recorrían la ciudad y el sector periférico en dos turnos, por la mañana y por la tarde. Dos veces por semana se abastecía a las estancias y a los pueblos vecinos.
El edificio de la panadería con las dependencias anexas comprendía más de un cuarto de manzana. Inclusive contaban con una caballeriza, formada por cinco boxes, con un altillo que permitía arrojar pasto para la adecuada alimentación de cada animal.
Don José Gobelli cuidaba celosamente a sus caballos y no permitía que se diera por finalizada la tarea diaria hasta tanto cada uno de ellos no fuera convenientemente bañado y recibiera la ración de alimento correspondiente.
En 1920 Juan Gobelli, el hijo mayor de don José, decidió establecerse en la ciudad de General Villegas. A partir de entonces, la firma comenzó a girar con la denominación de «José Gobelli e hijos». Poco después, hacia 1937, Sebastián decide independizarse, instalando una panadería en otro sector de la ciudad; en consecuencia, a partir de entonces, la relación social pasa a denominarse «José María y Domingo Gobelli».
Con el correr de los años, Domingo Gobelli, se trasladó a la ciudad de Buenos Aires, quedando al frente de la panadería, José María Gobelli, junto a su esposa Rosa Lagreste y sus hijos.
Ya con la denominación definitiva de Panadería y Confitería Gobelli, este comercio se había ganado un lugar de privilegio en la comunidad, incrementando notablemente su nutrida clientela. Su ubicación céntrica, la distingue como un espacio predilecto en la ciudad.
Una página aparte en la historia de esta Panadería merece la figura de doña Rosa L. de Gobelli, quien por espacio de varias décadas estuvo al frente del negocio; especialmente después de la muerte de su esposo.
La gran transformación edilicia reciente marca otra página importante en la historia de la centenaria Panadería.