El líder de la Zona 2 del Argentino B Once Tigres revalidó su condición en Bahía Blanca. A expensas de Bella Vista, como visitante, Once Tigres prolongó su marcha triunfal. Ayer ganó 2-1 en la Loma mostrando mucho orden colectivo y una cuota decisiva de eficacia en la pelota parada.
Once Tigres, sin Daniel Muñoz (se recupera de una lesión) y Daniel González (cumplió una fecha de suspensión) se las arregló para sacar una ventaja parcial de dos goles en la primera mitad por medio de la pelota parada, aunque antes del descanso descontó el equipo local en la cuota de suspenso que tuvo el partido hasta el final.
Once Tigres ratificó por qué‚ es el vanguardista del octogonal. Asomó como un equipo prolijo y con funcionamiento, que retrocedió en bloque y contraatacó con peligro aunque no pudo concretar un tercer tanto que le hubiese dado mayor tranquilidad.
Utilizó el balón detenido como arma de desequilibrio. A los 9, Stefanof sacó un cabezazo de Montenegro y a los 12, Ascani ejecutó un tiro libre que Ribes desvió con su frente en el afán de despejar y descolocó a su propio arquero.
Con la ventaja, el representativo nuevejuliense cerró los caminos y apeló al trajín de sus carrileros y los piques de Ascani. A los 23, en una desinteligencia, se originó un córner que el mencionado Ascani cobró desde la izquierda. El esférico rebotó en Torman y le quedó servido a Celín para empujarla debajo del arco.
Bella Vista, que abusó de los bochazos cruzados (de Lucanera y Riccardi de un lado y Bonavento del otro) para Angelini, se plantó mejor después de la media hora. Crecieron Vogel y Apud, Salgado empezó a moverse y el peligro merodeó los dominios de Cacho.
A los 39, Salgado lanzó un centro que Vallejos corrigió con la cabeza en su trayectoria y Apud, muy libre a espaldas de todos, la hundió en la red para el 1-2.
Enseguida, a los 44, Apud se encargó de un tiro libre desde un costado que se cerró de golpe y Cacho salvó contra el parante.
Bella Vista volvió del descanso con más determinación y en el arranque, Apud probó nuevamente los reflejos de Cacho. Once Tigres se agrupó del medio hacia atrás y esperó paciente para sacar la réplica. Los zagueros no fallaron y Cacho respaldó con solvencia.
El DT de Bella Vista Prat forzó el desarrollo con los sucesivos ingresos de Schwab y Jofré, pero dejó espacios a espaldas de sus volantes que exigieron la atención de Stefanof y compañía.
La expulsión de Vogel y la desesperación del final condicionaron a Bella Vista, que no halló la fórmula para desbaratar la consistencia defensiva de Once Tigres (este equipo bahiense le metió un solo gol al de 9 de Julio en tres partidos jugados).
El próximo fin de semana Once Tigres recibirá a Grupo Universitario, equipo que fue su último verdugo porque le ganó en Tandil. El conjunto de Santorelli hace una rueda que no pierde y querrá tomarse revancha ante un Grupo que lucha por la clasificación (en el primer encuentro en el Estadio Abel Del Fabro Once Tigres había ganado por goleada).
(Fuente y fotos: La Nueva Provincia, Bahía Blanca)
