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Nueve de Julio
miércoles, febrero 5, 2025

El obispo diocesano se refirió al Cardenal Pironio y a los consagrados

En el marco de la apertura de la Jornada mundial de la Vida Consagrada y del Jubileo de la Vida Religiosa y en la festividad de la Presentación del Señor, el obispo de la Diócesis de 9 de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, se dirigió a las comunidades de consagrados que se encuentra en la jurisdicción diocesana. En su mensaje, se refirió particularmente a la figura del Beato Eduardo Francisco Pironio, quien fue precisamente, durante muchos años pro-prefecto y luego prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (Dicasterium pro Institutis Vitae Consecratae et Societatibus Vitae Apostolicae).

COMUNIDADES EN LA CIUDAD DE 9 DE JULIO
Cabe recordar que, en la ciudad de 9 de Julio, viven en la actualidad muchos consagrados, tanto religiosos como laicos. Entre los primeros, pueden mencionarse las Hermanas Carmelitas Descalzas que viven en el Monasterio “San José”; las Hermanas Discípulas de Jesús de San Juan Bautista, cuya Comunidad “Virgen del Valle” se encuentra en la sede de la Curia Diocesana en la calle Edison; las Hijas del Oratorio cuya comunidad se halla en el Centro Misional “Juan Pablo II” de la calle Mariano Moreno en Ciudad Nueva y las Siervas de Jesús Sacramentado, que se encuentran al frente del Colegio homónimo.
Si bien no posee una comunidad estable, la atención pastoral del Colegio San Agustín se encuentra a cargo de la Compañía de María (Marianistas)
Viven también en 9 de Julio consagrados laicos, perteneciente a la Orden de Carmelitas Descalzos Seglares (fundada como Tercera Orden Descalza de los Hermanos de la Bienaventurada Virgen del Carmen y Santa Teresa de Jesús), que es la Tercera Orden o rama laical de la Orden de Carmelitas Descalzos. Asimismo, residen en esta ciudad dos miembros del instituto secular Misioneras de Jesucristo Sacerdote, fundado por el Cardenal Pironio en 1958 y del Instituto Cristífero, respectivamente.

EL MENSAJE DEL OBISPO
Monseñor Torrado Mosconi recordó que “la Jornada mundial de la vida consagrada y, en este Año santo jubilar, el Santo Padre encabeza el jubileo de la vida consagrada en Roma, providencialmente dedicado a la esperanza y bajo el signo la ‘cruz de la esperanza’ ha tenido lugar su apertura en cada Iglesia particular”.
Al respecto, señaló que se trata de dos grandes temas “pironianos”: la esperanza y la cruz.
“No podemos –añadió- olvidar que, quien fuera encargado para los religiosos a nivel de la Iglesia universal, animó y orientó a la vida consagrada por estos dos caminos en los tiempos apasionantes y críticos, a la vez, de la renovación del Concilio Vaticano II. Precisamente, su texto más entrañable y significativo dirigido a los consagrados lleva como título ‘Alegres en la esperanza’ y sigue siendo, aún hoy en un escenario eclesial y mundial diferente, una luminosa, confortante y alentadora enseñanza, que invito a leer y reflexionar nuevamente”.
Según monseñor Torrado Mosconi, el cardenal Pironio, “vio en la alegría que brota de la cruz pascual, un signo típico de la vida religiosa para el mundo actual que irradia y contagia la esperanza que sostiene a todo cristiano en el caminar por esta vida hasta la meta del Reino celestial”.
“El beato Pironio, a una con el Apóstol Pablo, exhorta a mantenerse pacientes -uno de los componentes de la genuina esperanza- en esas horas de crisis, incertidumbre o prueba, como la que suele atravesar el religioso tanto en la vida personal como comunitaria. ¡Deberíamos meditar y cultivar -en estos tiempos de acelerada ansiedad sin rumbo ni meta- esa paciencia que todo lo alcanza porque nos lleva siempre a la meta verdadera!”, expresó, entre otros términos.

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