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Nueve de Julio
lunes, marzo 10, 2025

Hilario Lagos y los comienzos del tiro en 9 de Julio

Tercera y última parte.
Recopilación y selección: Héctor José Iaconis.

En 2025 se cumplirán 120 años de la imposición del nombre de Coronel Lagos a la calle de la ciudad que, en la actualidad, aun lo conserva. También, habrán transcurrido 150 años del primer campeonato de tiro efectuado en la República Argentina que tuvo lugar en 9 de Julio. Ambas efemérides están ligadas a la figura de Hilario Lagos. Por ello, a lo largo de tres notas, evocaremos esos acontecimientos que forman parte de la historia de 9 de Julio:
– Primera parte: “Coronel Lagos”, el nombre de una calle. Breve noticia biográfica.
– Segunda parte: El Coronel Lagos en la Frontera Oeste. El Fuerte “General Paz” y 9 de Julio.
– Tercera parte: El Coronel Lagos y el primer campeonato de tiro.

Se cumplirá, el 16 de abril de este año, el 150° aniversario de la realización del primer campeonato de tiro en 9 de Julio el cual, según lo refiere José Viale Avellaneda (1883-1928), tuvo lugar en 9 de Julio. En este acontecimiento tuvo gravitación el jefe de la Frontera Oeste, Hilario Lagos quien incentivó a la colectividad británica instalada en 9 de Julio a practicar tiro y organizar este campeonato memorable.
Reconocido periodista, nieto del presidente Nicolas Avellaneda, fallecido todavía joven el 13 de agosto de 1928, poseyó en el diario “La Nación” una columna en la cual publicada sabrosas crónicas sobre el pasado porteño o las costumbres del país de antaño.
Entusiasta de las competencias hípicas, Viale Avellaneda escribió un excelente y documentado ensayo sobre el turf y, en la misma línea, se ocupó de otros deportes, entre ellos del tiro.
Precisamente, en “La Nación”, el 19 de abril de 1925, publicó un artículo sobre “Los comienzos del tiro”, donde evoca aquel primer campeonato. A continuación insertaremos las atractivas referencias que ofrece el citado autor.
Al crearse el Partido de 9 de Julio en 1863, y establecerse la línea de Fronteras del Oeste, esos magníficos campos, en diez leguas a la redonda, fueron poblados por varios británicos.
En 1874 fue formado el Club de Steeplechase de 9 de Julio ocupando los cargos de presidente, vicepresidente y secretario, respec tivamente, F. R. St.John, Federico Fletcher y W. E. Darbyshire.
El Club obtuvo de la Municipalidad un terreno de 48 cuadras, ubicado un lugar conveniente y no muy distante del pueblo. Se trazó una pista circular de 16 cuadras, la cual se dividió en tres canchas; la interior para el «steeplechase», la de afuera para las carreras de vallas y la del medio para las carreras a pie.
Estaban tan bien separadas unas de otras con una línea de banderas que era difícil pasar a otra, aún para los que por primera vez corrían en ellas. En todo el tiempo que funcionó esta pista nunca se anotó una equivocación.
Próximo al lugar de llegada se levantó una amplia tribuna con comodidad para trescientos espectadores.
Esta asociación, posiblemente con el propósito de que las habitantes vieran un conocimiento preciso de las armas de fuego, tan necesarias en esos parajes amenazados constantemente por los malones indígenas, al inaugurar su circo de carreras organizó un campeonato de tiro, que dada su reglamentación, la fiscalización bajo la cual se disputó, el número de competidores que intervinieron y la importancia de los premios asignados a los vencedores, puede considerarse como el primero y más importante de los concursos verificados hasta ese momento en la República.

EL CONCURSO
El 16 de abril de 1875, fue el día designado para su inauguración y la primera parte del programa la constituía un campeonato de tiro. La tribuna había sido adornada con ramas de árboles y los colores de las banderas de todas las naciones formaban pabellón a la argentina.-
La banda del Regimiento 7, destacada en esos parajes y gentilmente cedida por su Jefe, el coronel Lagos, contribuía a animar el ambiente. Un conjunto de damas de las estancias vecinas luciendo vistosas prendas ocupaba los tramos de la tribuna, que presentaba un admirable golpe de vista.
El primer tramo de la tribuna se había dispuesto para que los competidores del concurso de tiro hicieran sus disparos.
Con un premio denominado “Nueve de Julio” en dinero efectivo de 750 pesos, a una distancia de 100 yardas y un máximum de 28 puntos, con una entrada de 50 pesos, seis competidores se presentaron a disputarlo, con el siguiente resultado: 1°) Federico Fletcher; 2°) R. Hammond y 3°) A. Darbyshire.
El segundo concurso fue el más importante de todos. El premio consistía en un rifle «Express» donado por St. John . La entrada era de 100 pesos, con un máximum de 30 puntos en cinco tiros a 100 yardas. Intervinieron 24 competidores, todos ellos muy expertos, obteniendo una brillante victoria el coronel Hilario Lagos, que se anotó a su favor 29 puntos.
Al conocerse los tiros marcados por el coronel Lagos la concurrencia lo saludó con grandes aplausos y hurras.-
Muy interesante resultó el tercer concurso por la novedad con que había sido concertado. A una distancia de 100 yardas y en el término de un minuto y medio, era necesario marcar el mayor número de puntos para adjudicarse un premio de 750 pesos. La entrada era de 25 pesos y en el mismo intervinieron seis competidores.
Verificada la prueba se computaron a Anastasio Prieto 10 puntos en 8 tiros, y al M. González igual número de puntos en 9 tiros. Efectuado el desempate se clasificó primero González con 15 puntos en 9 tiros. Su rival, en igual número de tiros, sólo marcó 8 puntos.
En este evento también se disputó un concurso de revólver, abierto a todo tirador a una distancia de 25 yardas, debiendo hacerse cinco disparos, con un máximum de 20 puntos, por un premio de 500 pesos y una entrada de 25 pesos. Las armas que se emplearan podían pertenecer a cualquier marca. Anastasio Prieto y Federico Fletcher se clasificaron primeros con 13 puntos cada uno. En el desempate, terminó ganando Fletcher; sin embargo, el premio le fue adjudicado a Prieto, pues existía una cláusula en el reglamento por la cual ningún competidor podía adjudicarse más de un premio y Fletcher se encontraba dentro de esa condición por haber ganado el premio “Nueve de Julio”.
El campeonato concluyó con el «Consolation Stakes» con un premio de 500 pesos y una entrada de 25. Se trataba de cinco tiros en una distancia de 50 yardas y un máximum de 20 puntos, en el que tomaron parte 9 competidores, obteniendo el premio D. Mariano F. Bisus que se anotó 17.
Así terminó el concurso de tiro, con resultados satisfactorios, especialmente para los caballeros criollos, quienes triunfaron en una bue na proporción de las pruebas, y que a juzgar por sus manifestaciones salieron muy satisfechos del nuevo entretenimiento.
Fletcher fué el encargado de dirigir el concurso, secundado por Darbyshire que señalaba los impactos, llenando su cometido a satisfacción de todos. Los blancos y cartones que se utilizaron eran circulares y de las mismas dimensiones que los usados en el famoso tiro de Wimbledon.
Por la noche, en el local del Club, en el pueblo, se sirvió una banquete ofrecido por los miembros de la Comisión, al cual asistió un regular número de caballeros, brindándose en honor del Presidente de la República, Nicolás Avellaneda y del Ministro de Guerra, Adolfo Alsina, que estaba representado por el jefe de las fuerzas de la Frontera del Oes te, coronel Lagos.
El coronel Lagos, asimismo, contestó los brindis, haciéndolo en honor de la reina de Gran Bretaña y de los británicos y por el señor St. John, cuya ausencia se lamentaba.
También se brindó por los señores Darbyshire y Fletcher, por las damas del pueblo de 9 de Julio, por el juez de Paz, por los amigos ausentes y por los primeros pobladores de la región. Horas después la concurrencia ocupó el salón de baile, y en uno de los intervalos una de las damas presentes le hizo entrega a los triunfadores del día de los premios obtenidos. La animación se mantuvo hasta una hora avanzada, concluyendo así ese día agradable que ha quedado marcado como uno de los primeros hitos deportivos en la historia de 9 de Julio.

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