Cuando pensamos en anteojos para sol, es común asociarlos con la playa, el calor y los días largos de verano. Sin embargo, la protección solar ocular no debería limitarse a una estación del año. Así como usamos protector solar en invierno, nuestros ojos también necesitan defensa constante contra los rayos ultravioleta (UV), incluso en días nublados. Desde el Colegio de Ópticos de la Provincia de Buenos Aires brindaron un informe.
La radiación UV no toma vacaciones
La radiación ultravioleta está presente durante todo el año. Aunque no lo veamos, el sol emite rayos que pueden atravesar las nubes y causar daños acumulativos en nuestros ojos.
La exposición prolongada sin protección adecuada puede contribuir al desarrollo de cataratas, degeneración macular y otras afecciones oculares crónicas. Incluso en días fríos o con poca luz, la radiación UV sigue impactando en nuestra salud visual.
Además, ciertas superficies como la nieve, el agua o el asfalto pueden reflejar hasta un 80% de los rayos UV, aumentando su intensidad. Por eso, usar anteojos para sol en la montaña, en la ciudad o manejando un vehículo es tan importante como en la playa.
¿Todos los anteojos protegen igual?
La respuesta es clara: no. No todos los anteojos que se venden como “anteojos de sol” filtran correctamente la radiación ultravioleta. De hecho, usar anteojos sin filtro UV puede ser más perjudicial que no usar nada, ya que la oscuridad del “lente” dilata la pupila y permite que ingrese a nuestros ojos más radiación nociva.
Por eso, es fundamental adquirir los anteojos para sol en ópticas habilitadas, donde profesionales ópticos capacitados garantizan que el producto cumpla con las normativas sanitarias y tenga los filtros adecuados. En estos establecimientos ópticos a cargo de un profesional matriculado se verifica que los lentes cumplan con los estándares de calidad necesarios y se adapten a las necesidades individuales de cada persona, incluso en el caso
de quienes necesitan graduación.
Cuidar tus ojos es una inversión a largo plazo
Usar anteojos para sol todo el año es un hábito sencillo que puede marcar una gran diferencia en la salud visual a futuro. Elegir productos de calidad, asesorarse con
profesionales y evitar las compras en puestos callejeros o tiendas no habilitadas son decisiones clave para proteger uno de los sentidos más valiosos que tenemos.
Este otoño, y durante todo el año, no olvides tus anteojos para sol y adquirilos en ópticas habilitadas. Tus ojos te lo van a agradecer.