Según el matemático estadounidense Bharat Sriraman, investigador y profesor de la Universidad de Montana, adoptar un enfoque más artístico en la enseñanza evitaría que aprender a lidiar con los números sea una experiencia “traumática”.
(Agencia CyTA / UNNE. Por Juan Monzón Gramajo)-. Los antecedentes del doctor Bharat Sriraman como marino mercante, una profesión que lo llevó a navegar el mundo durante tres años, quizás explican por qué descree de límites, fronteras y marcos restrictivos. Por eso, el investigador de la Universidad de Montana (Estados Unidos) y especialista en filosofía de la educación matemática no vacila en afirmar que “conceptualmente, la matemática es más un arte que una ciencia”, lo que alienta enfoques pedagógicos menos “traumáticos” para los estudiantes.
“Si uno hace matemática de manera artística es libre”, sostuvo Sriraman. “Pero si lo hacemos de manera científica, estamos restringidos a determinadas reglas, teorías y axiomas”. Y el método abstracto no hace más que generar tedio y dificultad en el aprendizaje, añadió.
Sriraman, quien visitó Resistencia para dictar un posgrado sobre “Teorías de educación matemática” en la Universidad Nacional del Nordeste, está convencido de que aprender a manejar los números y las fórmulas está dejando de ser una experiencia traumática. “Cuando, de chico, asistía a un colegio jesuita en Bangalore, India, cada vez que nos equivocábamos en las tablas de multiplicar recibíamos un reglazo en las manos”, recordó. “Hoy, en cambio, las instituciones educativas ya no hacen tanto hincapié en las reglas y priorizan al aprendizaje por analogía y conjeturas a partir de problemas. Intentan estimular a los alumnos para que sean capaces de fabricar hipótesis”.
Para Sriraman, la clase ideal de matemática no debería tener más de 15 estudiantes y un programa de estudio acotado, de manera tal que permita un aprendizaje progresivo y profundo. También, dijo, sería importante aislar momentáneamente a los jóvenes de “interferencias”, como el exceso de computadoras, TV y teléfonos móviles, y reincorporar elementos básicos en el aula como la regla y el compás. “Yo pondría más énfasis en la geometría y en los elementos clásicos como la recta y el círculo, que están presentes en todas las construcciones. Sería un ejemplo más para decir a los jóvenes: miren a su alrededor, están rodeados por matemática pura”, agregó.
Para que aprender matemática no se convierta en una experiencia traumática, Sriraman propuso otros “tips” pedagógicos para poner en práctica:
*Hacer que el ambiente de la clase sea “abierto” para que los estudiantes se sientan cómodos y predispuestos a formular preguntas al maestro.
*Darle libertad a los estudiantes a realizar cualquier tipo de conjeturas.
*Mostrarse humilde ante la clase, transmitiendo la idea de que un docente no lo sabe todo y actúa al mismo tiempo como alumnos.
*Transmitir entusiasmo por la belleza y el poder de las matemáticas.