[4 de febrero de 2010] Varios años atrás –casi a fines de la década del 90- en 9 de Julio se presentaban con expectativa los semáforos inteligentes, en diferentes puntos claves de la ciudad. Eran artefactos inteligentes, como su nombre indicaba, que facilitarían y regularían la circulación vehicular.
Pero su funcionamiento –más complejo que los semáforos comunes- hizo que no llegaran a ser adoptados por la comunidad como los guardianes del buen tránsito que deberían ser. Con el tiempo, dejaron de funcionar. Hoy queda como recuerdo de aquella época este cartel, en la esquina de Corrientes y Avellaneda, que al menos puede actuar como advertencia para reducir la velocidad o estar atentos.