-Se inició muy joven en el periodismo en 9 de Julio, y pasó por medios tan diversos como Carburando, Canal 3 de 9 de Julio y Radio Belgrano, entre muchos otros.
-Gerente de la Cámara de Comercio, donde lleva 29 años, defiende el valor de los directivos de las instituciones.
-Su trayectoria es un ejemplo de la importancia de la identificación y el aprecio hacia las actividades y las instituciones, para trabajar con seriedad y compromiso.
Raúl Oscar Andrián nació en 1953 en 9 de Julio, donde desde muy joven se acercó al mundo del periodismo deportivo. “Comencé haciendo algo en la publicidad ‘El imparcial’, de la calle Vedia, en el programa ‘Panorama deportivo’, cuando estaba haciendo la secundaria en el Colegio Marianista San Agustín, en el año 1968. Tenía 14 años, en aquel entonces había un programa deportivo en ‘El Imparcial’. A mí siempre me había gustado, un día lo encontré a Juan Enrique Cambello y le pregunté cómo tenía que hacer para entrar. Me dijo que tenía que hablar con ‘Bocha’ Macchione. Dos históricos”, evoca.
“Hablé con ‘Bocha’ y me dijo que empezara un sábado. En ese entonces estaban Hugo Divito, Juan Cambello, Raúl Castel, Juancito Amerio, Juan Carlos Bravo, que empezaban a hacer sus primeras armas, Raúl Mascheroni…”, enumera.
“Lo primero que hice fue cuando Hugo Divito me dijo ‘tomá, si te animás, lee’, y me dieron un diario de Buenos Aires, para que leyera la formación de un equipo que jugaba al otro día. Uno de los equipos era Independiente”, rememora.
Carburando y la radio
Aclara que “comencé como periodista deportivo. Locutor, es otra historia, hay que tener título. Si bien después también la carrera de periodismo deportivo se hizo de nivel terciario, y la carrera de periodismo existió siempre, el periodismo es un rubro que se maneja mucho con el idóneo, el que tiene condiciones, profundiza, y va adquiriendo experiencia; creo que tiene un gran componente de experiencia y de sentimiento. Es una vocación. El periodismo deportivo, salvo la gente de punta, trabaja por vocación”, afirma.
Así se fue haciendo, con vocación, idoneidad, y sumando experiencia. Luego de “Panorama Deportivo” vino Radio 9 de Julio. “En 1974 inauguró la radio, un año después empecé, luego hice deportes” comenta.
Pocos años después, llegaría al mítico “Carburando”. “Fue por intermedio de ‘Bocha’ Macchione, que estaba muy ligado a ‘Carburando’. Eso fue en 1977, hasta 1994; fueron 15 años. Era una época en la que ‘Carburando’ tenía todas las pilas puestas en la radio, en ese entonces no existían las carreras televisadas. ‘Carburando’ tenía, en Rivadavia, un dial de mucha potencia, y era líder absoluto”, afirma.
Señala que “hacía de todo, lo que empecé haciendo eran los móviles, en aquel entonces había transmisión central y ponían móviles”, explica. “Si era abierto, en los grandes premios había que ir pasando ciudad a ciudad, había cuatro móviles a lo largo de todas las etapas. Después empezaron los circuitos semi permanentes y se hacían móviles desde distintos lugares, o en la chicana, o en las curvas. Y después pasó lo mismo con el advenimiento de los autódromos. Cuando ya estaba la televisión, ya estábamos computarizados, relataba y era una especie de comentarista, leía los tiempos de la computadora y hacía alguna acotación”, resume, de esta etapa fundamental en su formación.
Muchos nuevejulienses pasaron por este programa, y Raúl Andrián es testigo: “compañeros de acá, tuve a ‘Bocha’ Macchione, Juan Carlos Bravo, Julio Galeano, José María de la Plaza, Roberto Ferrer, Raúl Fernández, ‘Pancho’ Severina, ‘Tito’ Castrovinci; de 9 de Julio había mucha gente. No alcancé a trabajar con los hermanos Chiesa, que fallecieron trágicamente en un accidente. En el caso de Julio Guerriere, estaba en el equipo, pero había dos o tres equipos, que hacían distintas categorías”.
También pasaron por estudios de “Carburando” una buena cantidad de históricos. “Recién empezaba también ‘Cacho’ Rouco, que al principio no relataba, estaba Andrés Rouco, y el padre de ‘Cacho’, que era Isidro González Longui, que hacía el avión en los grandes premios, en las carreras abiertas”, destaca. “Y me dijeron que todavía está Julio Rodríguez, Hugo Daniel, Luis Calí, Ricardo Guazzardi, que ahora tiene un programa en Rivadavia, Daniel López, que todavía es locutor…”, nombra, demostrando que aunque ya no trabaja en el programa, no está nada alejado.
El Canal, y más radio
Simultáneamente con Carburando, trabajó en Canal 3 de 9 de Julio. “En Carburando empecé en la primera carrera, en Las Parejas, en 1977, con Juan Carlos Bravo”, rememora. “En 1978 empezaron las pruebas en el Canal, se había cableado una parte muy chica de la ciudad, se había puesto alguna pantalla en alguna estación de servicio, y yo estuve desde ese momento, antes que el canal abriera, en 1979”.
Así comenzó, y permanecería en la televisión local 18 años, con diferentes etapas. “Los primeros dos años hicimos un programa deportivo, luego, un programa semanal periodístico, hasta que empecé con el noticiero ‘Mediodía’, con el que estuve 15 años. Allí estuvo al principio Carmen San Martín, después Gladis Bravo, Raúl Mascheroni y Juan Carlos Bravo, ‘Meneca’ Taján, con quien había trabajando en la radio, después vino Alicia San Agustín”, relata.
Pero, fiel a su estilo, no limitó su actividad a un solo medio. “Cuando inauguró Radio victoria, tenía un programa de interés general los sábados a la mañana con ‘Meneca’ Taján, con quien trabajamos muchos años juntos. Y a la noche hacía el deporte, ‘La mesa de café’”.
En estudios centrales
Como le gustan la información y las estadísticas, por lo general, en partidos de fútbol, realizó estudios centrales. “Eso lo hice en Victoria, en Radio 9 de Julio, y con Alejandro Uriona en una Radio General Belgrano, en Buenos Aires, haciendo el Ascenso. Después trabajé un par de domingos nada más, porque cambió toda la dirección, en Radio Nacional, fue corto pero sirvió como experiencia”.
“Últimamente, estoy en una propuesta que vino de la mano de Alejandro Uriona, que empezó a trabajar conmigo en Radio Victoria, le fue muy bien, y siempre que se presenta una oportunidad piensa en mí”, reconoce. La propuesta en cuestión, informa, “es hacer estudios centrales con él, en Radio América, con la campaña de Boca, que hace Caldiero con Daniel Mollo. Caldiero es un hombre muy simple, del interior, de la zona de Pehuajó, uno se siente muy cómodo trabajando con ellos; y al lado de Alejandro, que ha adquirido mucha experiencia, se facilitan mucho las cosas. Es un trabajo que hay que adaptar al estilo del relator, pero su base del trabajo es la misma para uno u otro”, sostiene.
“Lo hacemos desde que empezó el campeonato. Es un trabajo que conozco, y tiene que ver mucho con la vocación, porque hay que estar los domingos en Buenos Aires. Pero me gusta mucho”, asegura.
Sumado a esto, actualmente está realizando, “por una cuestión de amistad con Juan Carlos Pirez”, dice, “la prensa a Rivadavia de Lincoln para los medios nacionales, todo lo que sea las páginas de Internet que tienen que ver con el Ascenso, que son tres, e informo para La Red lo relacionado únicamente con Rivadavia de Lincoln. Desde que Rivadavia ascendió al Argentino A, consideramos que era necesario que tuviera más difusión. El campeonato es similar a la B Metropolitana, que tiene toda la difusión, y al Argentino A tenés que empujarlo para que te den un espacio”, opina.
La Cámara de Comercio
La otra gran parte de la vida de Raúl Andrián transcurrió –transcurre- en la Cámara de Comercio e Industria de 9 de Julio.
“Cuando ingresé en la Cámara, ya estaba trabajando en Carburando y en el Canal. En mi primera entrevista con la gente de la Cámara, les comenté que por ahí algún día tenía que mezclar los trabajos”, recuerda.
Pero compatibilizó a la perfección ambos trabajos, con dedicación y optimismo. “Son cosas que fui siempre haciendo a la par, aunque a partir de 1998, cuando acepté el retiro voluntario en el Canal, empecé a discontinuar el trabajo.
Nunca dejé de cumplir en ningún lugar, lo que era un esfuerzo grande. Viajaba los fines de semana con Carburando, venía el lunes a la madrugada, a la mañana estaba en la Cámara, al mediodía en el canal, y a la tarde de vuelta en la Cámara. Así estuve 18 años. Y también estaba en alguna radio local”. A esta gran capacidad de trabajo, le sumó la obvia responsabilidad que cada tarea implicaba, y el sentido común: “mi trabajo en la Cámara de Comercio es mi modo de vida, del periodismo deportivo no vive nadie, salvo los de más arriba. Y trato de no ocupar la jornada laboral, lo mío, básicamente, es sábado y domingo, por lo que no interfiere en mi otra tarea. Aunque si excepcionalmente, me necesitan un día, no tengo problema”, dice.
Desde su ingreso es Gerente de la Cámara de Comercio, e indica que “la Cámara de Comercio pasó a ser mi segunda casa. El 17 de febrero cumplí 29 años en ella: más de la tercera parte de la vida de la Cámara, y más de la mitad de la mía” refiere.
Los años y la afinidad hablan del gran aprecio que siente por la Cámara. “Uno aprende a querer a la institución, que sobrepasa a las personas”. Sobre el rol de la Cámara de Comercio, considera que “es una tarea difícil, hay que compatibilizar varios aspectos, pero yo estoy muy bien, me gusta lo que hago, defiendo la Cámara a ultranza, en todo momento, porque estoy convencido que se hacen las cosas bien. La Cámara ha crecido muchísimo, y esto no es casualidad, el crecimiento por lo general se hace a base de trabajo, de honestidad, seriedad, con todos sus errores y falencias. Siempre que hablo con algún socio le digo que podemos prometer gestión, no resultados, no siempre el resultado depende de uno; ojalá así fuera. Por lo general, el socio tiene problemáticas relacionadas con lo crediticio, o lo impositivo, es obvio que se pueden hacer gestiones y no siempre conseguir resultados deseados”.
Párrafo aparte merecen para Raúl Andrián los integrantes de las comisiones, a quienes admira sin reparos. “Hemos trabajado en distintas comisiones directivas, con personas excelentes. Todas las comisiones directivas trabajan ad honorem, ese hobby que yo tengo con el periodismo los dirigentes lo tienen con las gremiales y empresarias; la Cámara, los clubes, los Bomberos, lo que fuera”, compara. Y asegura que “la gente que tiene esa vocación de servicio es por lo general buena gente”.
“Los directivos ponen un gran esfuerzo, no cobran nada, le quitan horas a su familia y trabajo, para gestionar en nombre del asociado, lo cual es muy meritorio. Tengo un gran respeto por los directivos de instituciones ad honorem, más en lugares como este, donde no se perciben intereses secundarios, políticos o económicos; es para trabajar, nada más. Es más, en determinadas épocas, los miembros de una comisión debían poner dinero de sus bolsillos. En 9 de Julio, hay muchísimos, y toda esa gente tiene un gran valor”, afirma.
Familia y
amigos, dos
puntales de una
vida ajetreada
Dueño de una agenda repleta de amigos, algunos de ellos reconocidos personajes del mundo del deporte, Andrián explica que “el ambiente mismo te lleva a conocer gente, son las cosas más lindas que te deja esto del periodismo. Si empezás a trabajar en un programa de radio, estás conociendo no menos de 10 personas, con las que empezás a compartir todos los domingos.
Y si a uno le interesa ir agrandando la agenda con teléfonos y direcciones para levantar un teléfono e ir a tomar un café, con una persona de cualquier nivel, a charlar de lo que a uno le gusta, yo a eso le doy mucha importancia, es un gran capital. Estas actividades te dan esto, mucho más que otras cosas”.
Otra gran parte de su vida la conforma la familia. Casado con María del Carmen Martini, es un agradecido. “Ella me bancó mucho esto de irme todos los fines de semana, estar muy pocas horas en casa, al igual que mis hijas, Soledad y Anabela”, destaca. Y a su familia se agregó una nueva integrante: “Mi nieta, Juana”, comenta. “Creo que somos una familia tipo, en líneas generales, una linda familia”.
“A ellos y a todos los que me posibilitaron que hiciera esta tarea alternativa del periodismo, les agradezco. Y siento que es una cosa que la comunidad ha valorado, hay gente que todavía me recuerda del canal, después de tanto tiempo. Si uno logró dejar esa imagen en la comunidad, bienvenido sea. Es una sensación que uno tiene, tampoco es una certeza”, aclara.
A pesar que guarda muy gratos recuerdos de actividades pasadas, lejos de quedarse con eso, tiene sus expectativas siempre en algo nuevo. “Tener ganas de hacer cosas es mi manera de ser”, expresa, con sencillez. “Lo siento así, me gusta, lo hago, con la responsabilidad del primer día”.
Palabras finales
Desde su trabajo periodístico o en la Cámara de Comercio, mostró un gran respeto por la gente. Sobre todo, porque entendió la palabra respeto como sinónimo de compromiso, haciendo todo lo que hizo lo mejor posible, dentro de sus posibilidades. Así transitó su vida y sus pasiones, ganando reconocimiento, algo que rara vez es esquivo a las personas con auténtica vocación.