La Escuela Primaria N° 18 se vistió de gala el domingo 11 para festejar, juntos a los hijos que pudieron llegar hasta ella, personal y comunidad, su primer Centenario de vida.
Y fue una fiesta!!!! De esas donde no hace falta una multitud para poder celebrar. El patio recién pintado, adornado y reluciente se llenó con la algarabía de los reencuen- tros. Atisbó con timidez las lágrimas de muchos, se estremeció con las risas de todos, sus cuchicheos, las confidencias, las sorpresas de los que no se reconocieron, el calor de los abrazos (apretados y repetidos).
Para que esto ocurriera hizo falta el trabajo, con amor, de mucha gente. Gente que dio sus ideas, su tiempo, el esfuerzo, compañía, alentó con palabras de esperanza, confió en que se podía lograr.
No estuvo toda la gente que se esperaba; cien años hacen que se imagine una multitud. No fue así pero destaco que, los que participamos, lo sentimos hondamente, nos apuró el corazón, nos acarició el alma y valoramos el esfuerzo de todos. Nos sentimos orgullosos y felices.
Fue un acto importante, alegre, colorido, emotivo, donde la nostalgia tuvo el sabor de muchos sueños vividos entre sus aulas, correteos por los viejos patios, patriotismo renovado cuando vimos que la bandera azul y blanca se elevaba, como un pájaro altivo, hacia el cielo infinito, en manos de dos de sus ex alumnos (de más de 90 años).
Qué decir de cuando nuestros Héroes de Malvinas: Sergio Brangeri y David Bozzuffi, hijos dilectos de La Niña y ex alumnos de la escuela, fueron homenajeados poniéndole sus nombres a dos aulas.
O cuando, ellos mismos, entregaron la Bandera de Malvinas como trofeo al establecimiento.
Las palabras, de cada orador, rodaban por entre las sillas, resbalaban por su paredes, se hacían eco y subían para contarles a los que ya no están.
Por eso y mucho más GRACIAS. A la Escuela porque, en su palabra, se encierra a quienes la hicieron y a quienes la construyen cotidianamente.
Ana María Vivani
Ex alumna, ex miembro de Cooperadora y ex docente