El ingeniero Luis Ventimiglia, jefe de la oficina local del INTA, en el transcurso de la semana última, dialogó con los medios de prensa, luego de consultado acerca de la situación del sector agropecuario en el difícil contexto de las inundaciones. Al respecto, el especialista explicó que «en cosecha gruesa, si bien no se pueden saber los rendimientos que se van a tener, se conoce que hay una superficie menor respecto de las campañas anteriores».
«Desde -añadió- el punto de vista del trigo, cebada y colza, más la disminución del rendimiento de maíz, girasol y soja, por la imposibilidad de sembrar en muchos campos, se piensa que las pérdidas rondarán los 300 millones de pesos, para el Partido de 9 de Julio»
«hay que multiplicar rendimiento por precio, no es un margen bruto ni un análisis de rentabilidad, sino que se trata de dinero que no circula».
Según Ventimiglia, «las últimas lluvias han complicado el panorama y, por consiguiente, es necesario pensar con un criterio de mayor amplitud, de cara al futuro, porque la situación no es buena».
CAIDA DE LA SIEMBRA
El ingeniero Ventimiglia refirió que «la siembra ha caído en forma muy grande, en lo que refiere al cultivo de maíces tardíos; por ejemplo, en el caso de la soja de primera, de 150.000 hectáreas se podrán llegarse de 130.000; en soja de segunda, de 20.000 a 30.000 hectáreas, con mucha suerte».
«Muchas gente -dijo- se ha acercado al INTA muy preocupada por los rendimientos que ha tenido en los cultivos de invierno, pensando que iban a tener resultados mejores. El agua, las enfermedades y la baja luminosidad en los últimos períodos son tres elementos que han coadyuvado para hacer que la producción no sea la esperada».
GANADERIA Y LECHERIA
Para Ventimiglia, «tanto en la ganadería como en la lechería la situación es muy complicada, porque hay que tener presente que, para el 6 de noviembre, por ejemplo, la superficie afectaba alcanzaba al 55 por ciento de la superficie del Partido, lo que significan unas 276.000 hectáreas».
«Esa realidad -agregó- obligó a muchos productores a sacar animales de sus campos hacia otras localidades, debiendo alquilar o conseguir lugar, con el consecuente deterioro sanitarios de la hacienda. En ganadería se han verificado pérdidas muy importantes».
Frente a esta situación, «todo el trabajo realizado, con relación a las pasturas, particularmente en los campos bajos, ahora se encuentra bajo el agua; todo ello se ha perdido y significa una inversión muy importante».
PERDIDAS CUANTIOSAS
El ingeniero Ventimiglia subrayó que, «en las zonas afectadas hay agua en proporción similar a las inundaciones de 2001-2002«.
«Las pérdidas son cuantiosas para el productor y para el Partido; además, todo estos repercute en la comunidad y creería que a futuro va a tener un peso mayor porque esto recién está comenzando», concluyó.
