[8 de marzo de 2010] Naón de 9 de Julio y Plaza España de 25 de Mayo se enfrentaron ayer en el estadio Ramón N. Poratti de Atlético 9 de Julio, donde Naón hace de local, por una nueva ronda del Torneo del Interior. El resultado fue muy favorable para el conjunto visitante, aunque Naón –con varias bajas importantes- jugó uno de sus mejores partidos del certamen y mereció al menos un gol.
La primera oportunidad la tuvo el conjunto de 25 de Mayo, cuando a los 10’, Marín se perdió un gol “hecho”, bajo el arco, tras un centro bajo desde la izquierda.
Un minuto después, Naón metió un contragolpe, la trasladó Videla, le quedó a González, que quiso definir de rabona: fácil para el arquero.
A los 14 minutos, 25 de Mayo se puso en ventaja con un golazo, casi fuera del contexto de paridad del partido: Sebastián Gómez tomó un centro dentro del área y clavó la pelota cerca de un ángulo, inatajable para Tudesco.
Naón pudo empatar en la siguiente jugada, cuando Gómez bajó la pelota de cabeza para el ingreso de Videla, que no llegó definir por muy poco en el segundo palo.
A pesar de estas situaciones, el encuentro era de trámite discreto, impreciso. Sobre la media hora de juego, Tudesco le tapó muy bien un mano a mano a Lustó, y posteriormente, tras el rebote, desvió un peligroso centro. Ya comenzaba a erigirse como figura el arquero.
En el otro arco, demostraba su impotencia Naón, que llegaba con cierto riesgo por un cabezazo casi fortuito de Maxi Gómez, a la media hora de juego.
Pero fue desde allí en adelante que el equipo de Seijo y Buffone encontró su mejor versión futbolística, asentado en el trabajo de su mediocampo y avanzando sobre todo por la banda derecha, con un despliegue importante de Emanuel González. Estuvo cerca Mariani, con un remate en plena área chica que fue tapado justo. El delantero oriundo de Libertad tuvo otra chance neta poco después, aunque no pudo cabecear con precisión un centro de Maxi Gómez.
Ante la mayor tenencia de balón de Naón, Plaza España, sin demostrar demasiadas virtudes, se mostraba como un equipo simple, ordenado, que intentaba aprovechar sus oportunidades. A los 39’, Marín ingresó por la derecha, tras quitarse de encima un defensor con infracción, y sacó un disparo a quemarropa que tapó el arquero naonense a puro reflejo. Y sobre el final, otra vez estos dos mismos jugadores estuvieron cara a cara, y nuevamente ganó el guardameta, en otra notable intervención, tapándole al delantero una definición en plena área chica.