[30 de marzo de 2010] Los cajeros automáticos de los bancos son lugares que representan un riesgo permanente de engaño, para apoderarse del dinero de las cuentas de los usuarios.
En los últimos años se han presentado muchos casos de robo, que se producen trabando el ingreso de las tarjetas con la colocación de «pescadores» (plásticos) en la ranura del cajero.
Es por eso que al acercarse la fecha de pago de jubilados, pensionados y trabajadores se recomienda a los titulares o personas autorizadas que no divulguen la clave de la tarjeta.
Si otra persona se apropia de su tarjeta y no tiene la clave no puede realizar la extracción.
No confíen de personas desconocidas que ofrecen un teléfono, porque muchas veces son éstas las que en complicidad con un tercero simulan ser parte del equipo de la red (servicio) para apropiarse de la clave y luego extraer el dinero.
Tal como se recomienda en el ingreso a algunos cajeros «no divulgue su clave, no se deje ayudar por personas extrañas, ante cualquier sospecha dé intervención a la Policía. Su clave es personal y de uso exclusivo».
