[26 de mayo de 2010] El Bicentenario, el histórico festejo tan esperado por todos los argentinos, fue motivo de fiesta y alegría. Así lo entendió toda la ciudadanía nuevejuliense, que lució los colores de la patria las paredes de la ciudad y las calles, y se unió multitudinariamente en un festejo que incluyó varios actos y un mismo sentimiento. Así lo entendieron también las autoridades, que hicieron un gran esfuerzo para realizar festejos que estuvieran a la altura del acontecimiento, en una celebración sin distinciones partidarias ni ideológicas.
La ciudad se llenó de colorido y sentimiento patriótico, en un encuentro popular que sirvió para renovar la fe en un país mejor.