[22 de junio de 2010] Si para alcanzar un logro se necesita primero superar obstáculos con carácter e inteligencia, Atlético 9 de Julio demostró ambas cualidades y superó una importante prueba. Porque el 4 a 1 ante San Martín es engañoso: no por la distancia futbolística que existió entre uno y otro equipo por momentos, si no del trámite del partido.
Porque durante todo el primer tiempo, el conjunto de Oscar Ferreira no demostró casi nada de lo mucho y muy bueno que había demostrado en el campeonato. Por el contrario, los de Ré, en su cancha, se mostraban sólidos y confiados, hicieron circular mejor la pelota y tuvieron las mejores ocasiones. La primera fue al minuto, cuando Romero salvó con lo justo un avance de García Campos. La única respuesta de 9 de Julio fue un tibio intento de Maccagnani a los 7 minutos, sin demasiado riesgo.
A partir de allí fue siempre un poco más San Martín, por la simple razón que la pelota pasaba más por los pies de Ballejos y Ursi que por los de Manzocco y Zúñiga, y los santos, si bien carentes de profundidad, eran los que más proponían en ataque.
Así las cosas, no sorprendió que a los 34’, San Martín se encontrar con el gol. Rodríguez se elevó para cabecear, perdió en la altura con el espigado Romero, pero la pelota le quedó para el remate con el pie, y ahí sí, venció la resistencia del guardameta millonario.
9 de Julio no le encontraba la vuelta, y tuvo su mejor chance cuando Ormaechea desbordó y tiró un centro que no pudo capitalizar Maccagnani. Eso fue lo mejor de Atlético.
Pero las cosas realmente se complicaron para el puntero del campeonato 2010 cuando Manzzocco vio la tarjeta roja tras un supuesto codazo a Ursi. Hubo polémica tras esta expulsión, pero la decisión de Belossi era irrevocable.
Y quizá hubiera sido el acabose para 9 de Julio si Castro hubiera podido convertir tras una pelota larga que se le escapó a Romero en la salida, pero el delantero estrelló su disparo contra el palo, desde un ángulo cerrado.
En el entretiempo, seguramente hubo charla, autocrítica, arenga, y el cambio de Molteni por Malfatto. Con esos argumentos, el líder de la liga nuevejuliense buscó una reacción que se suponía mucho más difícil de lo que realmente fue. Porque tan sólo a los 4’, tras un rechazo de un centro al área local, Valentín Alvarez tomó la pelota boyando y la mandó a la red con un potente remate a media altura.
El tempranero gol fue un golpe anímico importante para los millonarios, que volvieron a demostrar su capacidad de gol a los 10’, esta vez mediante un soberbio cabezazo de Zamprogna, que se elevó en el área y venció sin problemas a Acis con una definición apenas cruzada. Quizá fue demasiado rápido el cambio de mando en el partido, pero de ninguna manera se puede decir que injusto, porque con buenas individualidades, todo se simplifica.
De allí en más, Atlético se adueñó del cotejo. Porque apareció Zúñiga, manejando bien los hilos del equipo, Maccaganani siguió enloqueciendo a los defensores rivales con su velocidad, y Molteni se acopló bien al esquema. Y porque San Martín fue un equipo bastante diferente con respecto al primer tiempo: errático, sin encontrar la pelota para repetir lo que había hecho anteriormente.
Uno creció su juego, como si la desventaja numérica hubiera despertado sus mejores cualidades, y el otro no le encontró solución a este crecimiento del rival.
Tuvo el tercero Zuñiga tras una habilitación precisa de Maccagnani, y lo tuvo Del Pino, en un tiro de esquina. Pero lo definió Molteni, a los 34’, empezando y terminando una jugada en la que combinó con Rosales, para luego definir de manera impecable ante Acis.
Y ya con el partido liquidado, y ambos equipos igualados por la expulsión de Cerdá, el jugador que más merecía un gol pudo hacerlo: Maccagnani tomó una pelota jugada de manera inteligente en un tiro libre, y solo ante el juvenil arquero santo, cruzó un remate que se hizo inatajable. Iban 48’, y ya no había mas tiempo para nada. Sólo para las expulsiones de Gustavo Ballejos y Del Pino y el festejo de un puntero que pasó con creces una prueba difícil.
