[22 de junio de 2010] Dos buenos equipos que necesitaban ganar se enfrentaron en el adelantado del sábado: San Agustín – Naón. La premisa era no perder más terreno, y poder pensar más en cosas positivas que en cómo zafar de los últimos puestos.
De entrada, pareció que el que mejor acató la consigna fue San Agustín, que con la localía y el viento a su favor, fue más decidido en busca del arco rival.
Matías Márquez sacó un remate con poco ángulo a los seis minutos, y fue lo primero de su equipo y del partido. Ocho minutos más tarde, Braian Rodríguez pudo tomar un tiro de esquina tras algunos rebotes, y definió apenas alto.
Con supremacía del granate, no obstante, Camilletti debió salvar su arco de manera poco menos que milagrosa, tras una pelota que vino desde la izquierda y Gómez tuvo a su merced para definir, solo bajo el arco. Pero el buen arquero pegó un manotazo justo, y el palo lo ayudó para retener el balón en el rebote.
El juvenil Rodríguez era el que más fuerza le daba al ataque de los de Porta, y también precisión. Lo demostró cuando habilitó a Corea por la izquierda, aunque el remate del delantero se fue apenas afuera. Y a los 44’, en una jugada similar, con el mismo habilitador y el mismo definidor, esta vez Corea se tomó tiempo para elegir cruzar el balón al segundo palo, haciendo estéril el esfuerzo de Tudesco. Antes del final de esta etapa, Peluso estuvo cerca del empate, de cabeza, pero se fueron a descansar con un justo uno a cero.
El partido chato del primer tiempo dejó paso en el segundo a otro, mejor jugado y más preciso. Así, precisa, fue la pelota que le dio Cañas a Perrotta, que tras bajarla de pecho se metió entre dos rivales, y su definición rebotó en el cuerpo de un tercero, en una linda jugada.
En este buen momento de San Agustín, Peluso aprovechó un quedo defensivo y una acertada habilitación para definir, solo ante el guardameta, sin problemas, contra un palo, y festejar el empate.
A partir del gol, creció Naón, y tuvo en sus volantes y delanteros una inquietud constante para los locales. Otra vez Peluso apeló a su habilidad para sacarse de encima a un defensor y rematar apenas al costado de un palo; y a los 33’, el movedizo Ascani metió un desborde otras vez para Peluso, que cabeceó decididamente mal un buen centro.
Ya sin un desconocido Cortés, que no pesó demasiado en el partido y encima fue expulsado tras simular un penal (lo había amonestado mal Márquez en la primera instancia, por una mano que no fue y la posterior protesta), San Agustín aprovechó mejor los siete minutos adicionados por el árbitro. Braian Rodríguez, cansado y todo, reapareció en el partido, primero para encarar a pura habilidad y potencia contra el arco naonense, y estrellar un disparo en el palo. Iban 48’ y parecía que había sido el tiro final de San Agustín. Pero a los 51’, Perrotta ganó un tiro de esquina, y en ese centro el veterano goleador se elevó, a pesar de ser más bajo, mejor que sus marcadores, para meter la pelota en un ángulo. Deliró San Agustín en esta jugada que ni el más optimista había esperado, y festejó de esta manera su vuelta al triunfo. Naón, que tanto lo había podido perder como empatar o ganar, se fue una vez más con las manos vacías. Ambos entregaron un intenso y entretenido partido.