Existen, en el imaginario colectivo, diferentes ideas o preconceptos acerca de la medicina homeopática. Hay quienes suponen, equivocadamente por cierto, que la homeopatía es solamente un recurso apropiado para quien desea adelgazar; cuando, en realidad, sus alcances son, absolutamente, más profundos y amplios.
La Doctora Leticia Capriroli, perteneciente a una conocida familia de nuestro medio (hija del Ingeniero Agrónomo Carlos Hugo Capriroli y de Cristina Norbedo, farmacéutica y bioquímica), se ha especializado en medicina homeopática.
En diálogo con EL 9 DE JULIO, nos brinda conceptos esclarecedores acerca de esta rama que, lejos de contraponerse a la medicina tradicional, se complementa.
Graduada en la Universidad de Buenos Aires en 2012, mientras cursaba la especialización en Pediatría, la Doctora Capriroli, comenzó a realizar su formación en el posgrado en Homeopatía, en la Asociación Homeopática Argentina. Si bien, iba cursando paralelamente ambas especialidades, Pediatría y Homeopatía, escogió por la segunda.
La filosofía que tiene la homeopatía, el rol del médico y el concepto de la enfermedad que se tiene a partir de esta rama de la medicina, la llevaron a elegirla. Más aún, como paciente ya conocía los alcances de la medicina homeopática.
LA HOMEOPATIA Y LA ENERGIA VITAL
De acuerdo con lo indicado por la Doctora Capriroli, «la homeopatía es una rama distinta de la medicina, que considera que el paciente no es solamente biología, sino, sobre todo es una persona».
«Por consiguiente -añade- esa persona tiene una historia, relaciones, una familia, un trabajo y una multiplicidad de circunstancias y hechos que le suceden en su vida, aquellas cosas que lo preocupan, que lo hacen feliz, que son sus anhelos y aspiraciones. En primer lugar, la homeopatía considera todos esos factores en una persona; por otra parte, entiende que los síntomas no son, simplemente, ‘cosas que están mal en el cuerpo’, sino, más bien, avisos de una desregulación de la energía vital».
«La energía vital es aquello que nos da vida y que nos separa de otros objetos; esta nos permite expresar y vivir las emociones, preservar la memoria o mantener nuestros estados de ánimo», explicita.
Para la medicina homeopática, los síntomas son la manera que tiene el cuerpo de encontrar un nuevo equilibrio. Por lo tanto, así lo refiere la médica, «la homeopatía no busca anular este síntoma, como hace la otra rama de la medicina; por el contrario, la búsqueda de la homeopatía consiste en encontrar de nuevo el equilibrio de la persona, para que la existencia del síntoma ya no sea necesaria».
UNA MEDICINA INTEGRAL
La Doctora Leticia Capriroli, comenta que «la homeopatía actúa a nivel energético, no químico; pero eso no significa que el medicamento sea placebo, porque el medicamento homeopático actúa tanto a nivel biológico como energético».
«A diferencia -agrega- de la medicina tradicional, en la homeopatía no existe un medicamento para cada síntoma sino un medicamento para cada persona. Es decir, si a la consulta concurren dos personas con el mismo síntoma, seguramente se lleven la prescripción de medicamentos distintos, ya que se dedica a la persona, no al síntoma».
De todo ello es factible inferir que, los resultados que se obtienen con la homeopatía, comprenden diferentes niveles, buscando tratar los problemas de raíz. La homeopatía ofrece al paciente las herramientas para enfrentar los diferentes problemas de una manera distinta, más integral.
La homeopatía, en realidad, a diferencia de lo que se cree no es una ciencia nueva. Existen tratados sobre el tema que se remontan a las primeras décadas del siglo XIX. Precisamente, fue Samuel Hahnemann quien en 1796 formuló la doctrina fundante de esta rama de la medicina: «lo similar cura lo similar»; o, en otras palabras: «una sustancia que cause los síntomas de una enfermedad en personas sanas curará lo similar en personas enfermas».
Tal como lo explica la Doctora Capriroli, «Hahnemann, que era médico de origen alemán, realizaba traducciones de libros y, de esta manera, comenzó a ver un hilo común, algo que faltaba en la medicina de aquel entonces».
«La primera prueba realizada por Hahnemann consistieron en diluir los medicamentos. Precisamente, los medicamentos utilizados en homeopatía están muy diluidos, por eso a veces son criticados. Hahnemann observó que, el medicamento, con esa disolución y esa preparación, tenía un efecto energético sobre la persona», puntualiza.
UN MEDICAMENTO PARA CADA PACIENTE
En la actualidad, según lo indicado por la entrevistada, «la homeopatía hahnemanniana era considerada más pura, porque es la que sugiere que se debe aplicar un medicamento para cada paciente».
«La persona -afirma- no está dotada solamente de químicos. Las moléculas, al interactuar, producen ondas de energía. La homeopatía no solamente considera la energía sino también el campo energético; entonces, a partir de ahí, todo se encuentra dotado de energía. Cuando una sustancia es colocada dentro del agua, este componente que es un soluto muy bueno, adopta no solamente la conformación química, sino también energética, pues posee una memoria energética».
«A medida que diluimos el medicamento, va quedando la memoria energética que posee la sustancia, la vibración de tomó el agua al estar en contacto con el soluto. En consecuencia, al tomar ese medicamento, la persona se contagia de esa memoria energética, que actúa sobre el cuerpo», sostiene.
Los medicamentos utilizados en la medicina homeopática se mandan preparar en una farmacia especializada en esta área. Los mismos no tienen una fabricación a proceso industrial, sino que son elaborados de forma artesanal. El farmacéutico homeópata prepara o adquiere las tinturas respectivas para luego efectuar las disoluciones.
TRATAMIENTOS
La homeopatía ayuda a la persona en todo nivel, es muy buena para todo tipo de dolencias. La persona, guiada por la homeopatía, comienza a escucharse y a comprender que, muchas veces, un resfriado o un dolor de cabeza se condice con un determinado estado mental.
Acerca de los tratamientos, la doctora Leticia Capriroli, aclara que «la medicina homeopática tiene otros tiempos, diferentes a los que estamos acostumbrados con la medicina tradicional; pues la clave de la homeopatía consiste en curar el origen del síntoma, no simplemente contrarrestarlo, como hace la otra medicina».
«En realidad, la medicina tradicional y la medicina homeopática se complementan muy bien», remarca.
Según refiere la Doctora Capriroli, a diferencia de la medicina tradicional, «la consulta con el médico homeópata dura una hora; es decir, en ese tiempo se ocupa de conocer al paciente, para saber de su historia, de sus problemas, de su entorno familiar, para poder tener una visión general».
El homeópata realiza un seguimiento muy de cerca del paciente, lo cual genera un cambio muy significativo. Puede decirse que, cuando un paciente ingresa al consultorio del médico homeópata experimenta una pausa en su espacio y en su tiempo; pues, es ahora el médico se dedicará exclusivamente para conocer su problema y acompañarlo en la búsqueda de una solución concreta e integral.
La consulta también incluye los exámenes que realizan los médicos habitualmente, la auscultación, el control de la presión arterial, la revisión de los estudios médicos que puedan ser solicitados.
DONDE CONSULTAR
La Doctora Leticia Capriroli se encuentra atendiendo en el Consultorio Policlínico de los Doctores Minotti y Gornatti, ubicado en la Avenida Vedia 191. Atiende niños, adultos. «Cuando el tratamiento lo realiza la familia entera o varios miembros, los resultados son mucho mejores», afirmó la Dra Capriroli.
Los turnos pueden ser solicitados al teléfono 430544.