Por Guillermo Blanco
Aquel médico sudafricano recibido en la Universidad de Ciudad del Cabo llamado Christiaan Barnard, que a principios de diciembre del 67 irrumpió en los periódicos del mundo por haber comandado el primer trasplante de corazón, se convertirá en un símbolo cada vez que se realicen campeonatos mundiales como el que recibirá Mar del Plata entre el próximo domingo 23 y el 30, con más de 1000 atletas trasplantados procedentes de 50 países.
Si bien su paciente de entonces duró apenas 18 días producto de una neumonía, Barnard y la veintena de profesionales que lo acompañaron en la operación al robusto comerciante Lous Washkansky con el corazón donado por la joven Denise Derwall fueron los que gritaron el “Ya!” de largada para una actividad científica de tamaña envergadura.
Estos Juegos Mundiales son organizados por la World Transplant Games Federation (WTGF), el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través de la Secretaría de Deporte, el Ministerio de Salud de la Nación, el INCUCAI, la Asociación de Deportistas Trasplantados de la República Argentina (ADETRA), la Asociación Marplatense de Apoyo al Trasplante (AMAT) y el Municipio de General Pueyrredón.
Será la vigésima edición y la primera en el continente americano, que le mostrará al mundo lo que significa la donación de órganos, tejidos y células. Serán 14 las disciplinas en las que los trasplantados (no solo del corazón) podrán mostrarle al mundo que se puede vivir después de pasar por una experiencia así. Y para eso tendrán la oportunidad de demostrarlo en atletismo, natación, golf, bowling, tenis, carrera pedestre de 5 kilómetros, tenis de mesa, voleibol, bádminton, squash, ciclismo, petan ca, tejo y triatlón virtual.
Argentina fue elegida sede para este Mundial en 2012 en Sudáfrica por sobre Alemania y Japón, con el argumento de ser considerada líder en Latinoamé rica, con 41 trasplantes por cada millón de habitantes, como ocurrió el año pasado. Según informaciones oficiales, de cuatro a cinco personas por día accede a este tipo de cirugías en el país, y en 2015 ya superan las 800.
De 2003 a la fecha creció siete veces el número de trasplantados de médula ósea con donantes no emparentados y Argentina garantiza la mediación inmunosupresora gratuita a 3000 trasplantados, mediante el sistema público de salud. Además, el país es líder en trasplantes pancreáticos e intestinales en la región, además de los cardíacos.