[21 de septiembre de 2009] Tal como estaba previsto, en la tarde del sábado último, la Cooperativa Eléctrica y de Servicios “Mariano Moreno” continuó con el recambio de lámparas comunes por las de bajo consumo, también llamadas lámpara compacta fluorescente o CFL (sigla del inglés “compact fluorescent lamp”). En esta oportunidad la entrega fue efectivizada en la calle República de México Nº 66, frente a la Plazoleta “Doctor Jorge Del Río”, abarcando una amplia barriada de esta ciudad.
Al juzgar por la masiva concurrencia de vecinos, quienes se llegaron al lugar para cambiar cuatro lámparas incandescentes para llevar cuatro CFLs, se denota que la comunidad va tomando conciencia sobre la importancia que revista el cuidado de la energía, no solamente en materia económica, sino también como una medida para la preservación del medio ambiente y de esta fuente energética.
LAS LAMPARAS
La Cooperativa ha entregado, en el marco del programa PRONUREE, lámparas compactas fluorescentes (lámparas de bajo consumo) de 18 vatios de potencia con casquillos de rosca Edison normal (E27). Un dato interesante para el usuario es que, este tipo de lámpara consume un 80 por ciento menos de energía que una lámpara común y su flujo luminoso es igual a una lámpara incandescente de 100 vatios. Por otra parte tiene una vida útil promedio de 6.000 horas, es decir, seis veces más que una lámpara común.
MITOS Y REALIDADES
Las lámparas fluorescentes compactas (o CFLs) son una alternativa mucho más eficaz para ahorrar dinero y reducir la emisión de gases de invernadero que incrementan el calentamiento global. Una CFL típico utiliza solamente un 25% de la electricidad de un foco incandescente (o tradicional) para producir la misma cantidad de luz. Es necesario aclarar algunos mitos que no son reales, acerca de las lámparas de bajo consumo:
* Primer mito: “Las lámparas de bajo consumo son demasiado costosas”. Realidad: Los ahorros valen mucho más que el costo inicial de la bombilla. Las lámparas de bajo consumo duran 10 veces mas largo que bombillas normales y también usan menos energía lo que significa ahorros considerables en las cuentas de electricidad.
* Segundo mito: “La luz de las lámparas de bajo consumo tiene un color desagradable”. Realidad: Hoy en día se las pueden encontrar en diferentes formas y colores.
* Tercer mito: “Las lámparas de bajo consumo contienen mercurio”. Realidad: Contienen una pequeña cantidad de mercurio. Sin embargo, su uso reduce drásticamente las emisiones de las plantas de generación eléctrica con carbón y esto reduce la emisión de mercurio a la atmósfera. Además, hoy en día pueden ser recicladas de manera segura y sana tras su uso.
* Cuarto mito: “No hay lámparas de bajo consumo que satisfagan mis necesidades”. Realidad: Hay, de hecho, una amplia variedad CFLs ya disponibles para todo tipo de uso o necesidad.
* Quinto mito: “Las lámparas de bajo consumo tienen un parpadeo muy molesto”. Realidad: No. Las lámparas fluorescentes compactas modernas generan una luz continua y sin parpadeo.
* Sexto mito: “Lo que yo haga o no haga no tiene ningún impacto en el calentamiento global”. Realidad: El cambiar los focos incandescentes a lámparas de bajo consumo ayuda a reducir la contaminación que causa el calentamiento global, y es una de las maneras más fáciles de reducir el consumo de energía. Con simplemente remplazar tres focos incandescentes con lámparas de bajo consumo se ahorrarían en promedio 136 kilogramos de dióxido de carbono. (Fuente: “The Real Deal on Compact Fluorescent Light Bulbs”, página informativa de la National Audubon Society).