Más calidad de heno, el desafío argentino: más de 400 asistentes asistieron al mayor evento de alfalfa del Cono Sur, escenificado en las instalaciones del Inta Manfredi, en el centro de la provincia de Córdoba, entre el miércoles 18 y el jueves 19 de noviembre.
El mundo requiere calidad: a la hora de sintetizar conceptos centrales, vertidos en las Jornadas Nacionales de Alfalfa, el ingeniero Daniel Basigalup, referente del cultivo en el INTA destacó: “Lo más rescatable es que cuando decimos alfalfa estamos pensando en hacerla bien, en generar un forraje de alta calidad, en hacer todo lo posible para utilizarla bien para leche, carne o lo que está surgiendo ahora con mucha fuerza, que es el negocio de la producción de heno para la comercialización interna y para exportación. Creo que las posibilidades que tiene Argentina para exportar heno son absolutamente enormes y voy a repetir lo que dije en las charlas: El sector que genera heno tiene que tomar conciencia para mejorar mucho en calidad y debemos unirnos como sector productor de heno, para acceder a esos mercados mundiales que son crecientes, que están insatisfechos y que van a requerir no solamente calidad sino volumen; y para eso creo que el sector tiene que asociarse, formar cámaras, asociaciones o lo que fuera necesario para definir calidades comunes, para complementar envíos, para todo lo que nos está haciendo falta”.
Uno de los puntos más fuertes de la jornada lo constituyó la presencia de Steve Orloff, investigador de la Universidad de California, y de Donald Suárez, director del laboratorio de Salinidad del ARS-USDA (Departamento de Agricultura de los EE.UU.). Ambos visitantes no sólo disertaron en la jornada sino que además recorrieron durante una semana, distintas zonas de producción de alfalfa en Argentina: “Creo que le agrega la visión de otros países, en este caso de Estados Unidos, que es un país donde las cosas, en muchos aspectos, las cosas se hacen un poco mejor que lo que hacemos nosotros. Hay cosas en las que nos acercamos mucho, pero la visión externa de alguien que te cuente lo que se está haciendo en otro lugar, que tiene éxito, que tiene toda una trayectoria, la mirada desde un país líder en alfalfa; creo que aporta mucho. No solo por lo que es en sí la producción de heno, por cómo se hace, y las distintas calidades que desarrolló Orloff, sino también lo que comentó Suarez sobre el trabajo del laboratorio de salinidad en Riverside, California. Creo que ante esas demandas que siempre están, la gente que te dice, cómo puedo hacer alfalfa si tengo suelo salino, o tengo que destinar los peores suelos que tengo para hacer forrajeras, etc. Hoy no estuvieron todas las respuestas pero creo que hubo una buena cantidad de conceptos como para manejar suelos salinos y salinos-sódicos. Entonces, creo que esos aportes fueron absolutamente valiosos”.
Los ojos del mundo nos miran
Basigalup había llegado hace apenas dos semanas del Congreso Mundial de Alfalfa en China, donde representó a la República Argentina. Respecto a la percepción de los asiáticos, y los competidores de la Argentina, en el mercado mundial de heno de calidad, apuntó: “Hay opiniones variables. Mucha gente ve a la Argentina con un potencial enorme, especialmente China que es un mercado que está creciendo enormemente, que está demandando mucho heno y esa demanda está insatisfecha. Los países tradicionalmente productores como Estados Unidos, Australia, España, Francia, Italia, están en un límite y con pocas posibilidades de expandirse. Somos el único país con una tradición alfalfera prolongada, con posibilidades ambientales enormes y con capacidad para producir y exportar. Si pensamos que en 1996-97 tuvimos un área alfalfera de 7 millones de hectáreas, y que hoy estamos estimando en 3.700.000, es claro que las posibilidades para incrementar el área de siembra en un futuro relativamente cercano están. Lo que tenemos que hacer es desarrollarla. Y eso es lo que está viendo hoy el mundo, de hecho hay tanto interés en algunos sectores que esta la posibilidad de que un grupo de 25 investigadores y productores de leche y de forrajes chinos vengan a Argentina en octubre de 2016, y también algunos chinos y españoles propusieron a la Argentina como sede del próximo Congreso Mundial de Alfalfa, en 2018. Hay que pelearla un poco porque también se han postulado Francia y Estados Unidos, pero la posibilidad está. Gran parte del mundo alfalfero tiene los ojos puestos acá y creo que es una oportunidad que no hay que desperdiciar”.
En el cierre Basigalup invitó a la cadena de la alfalfa a trabajar inteligentemente para proyectar la alfalfa y el heno de calidad al escenario mundial. “Hay que generar asociaciones, cámaras o algo así que unifique esfuerzos privados y públicos. No se trata de un esfuerzo de pocos; me parece que el valor está en el conjunto, sea INTA, instituciones gubernamentales, el gobierno nacional, los productores, las empresas semilleras, las que fabrican maquinaria, todos juntos tendríamos que aglutinarnos detrás de ese objetivo común”.