Creo que toleramos porque desconocemos. Creo que vemos números y frías noticias entre otras frías noticias que matizan, que dan color, al show del informativo.
Creo que nos dejamos llevar por la corriente de lo que se dice que acontece. Hoy, parece, lo que importa son los informes policiales, hoy. Porque ayer fueron las corruptelas estatales, las empresariales o algún que otro fervor deportivo. El show de la moda al servicio de las noticias.
Pero el hambre es concreto, real. El hambre duele. Es retorcijón, es estruendo, es no poder. El hambre es piernas flacas, flaquísimas. Es cansancio que aparece cuando debería haber fuerzas. El hambre es crecer a medias.
El hambre que se dispersa como tema de otro lado entre los almuerzos calentitos de invierno, almuerzos suficientes, se dispersa como número vacío, como dato ajeno de alguna vaga injusticia que se comete en algún lado. Pero el hambre es concreto cuando es.
Es no tener habitaciones separadas, es no tener camas para todos. El hambre suele ser que no haya un techo que pare la lluvia, la helada. Es piso de tierra y con suerte una garrafa. Es horno que olvida el aroma a la comida asada. Hambre es saber que habrá hambre más adelante, que no hay un “después cocino”, un “falta un rato”, un “a poner la mesa”…
Hambre es que la escuela pase a segundo plano, que el incierto mañana te espere con la certeza de que poco cambia.
Y hablo de 14 millones de injusticias. De dolores, de zapatillas gastadas. De sueños en fuga…
Hablo de que despabilemos. Que no nos pasen los números como datos enjabonados que ni rasguñan, comentarios indignados pero que pronto olvidan. Hablo de no tolerar un solo dígito, de priorizar la necesidad urgente de que ya no exista, que ya no sea. Hablo de que veamos a nuestro lado, que entendamos que nos rodea, que está acá, en la otra cuadra, en la otra vereda. Hablo de que el hambre no es exclusividad de otros miles de kilómetros, sino que está acá a la vuelta.
Cuestionemos nuestros propios niveles de tolerancia. Miremos nuestro espejo y preguntémonos si aceptamos lo que ese espejo acepta.
¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar?
Hambre.
(*) Editorial del programa radial Almacén de Noticias del 04/10/16, emitido por FM Diamante 92.9 todos los martes de 15 a 17hs.
