Es bienvenido que 138 nuevejulienses hayan recibido escrituras de sus respectivos inmuebles, en este caso de manos del Intendente Mariano Barroso y de autoridades provinciales.
Es gratificante que se sumen beneficiarios a las más de mil familias que ya habían logrado la seguridad jurídica sobre la titularidad de sus viviendas y/o terrenos, la mayoría surgidos de planes habitacionales concretados por Intendentes que priorizaron el vital derecho humano de garantizar el acceso a un techo propio.
En ese sentido, es determinante la labor del profesional y de los agentes de la Oficina “Casa de Tierra”, dependencia creada en 1996 por iniciativa del Intendente Jesús Blanco, para atender demandas, coordinar y regularizar trámites en el marco de la Ley 10.830/89 de Escrituración Social Gratuita.
Con un trabajo competente, brindan certidumbre a miles de nuevejulienses, incluidos los titulares de las más de 2600 viviendas y lotes urbanos incorporados en todo el distrito, por intervención de las gestiones municipales habidas entre 1991 y 2005.
Lamentamos que los mandatarios que se suceden desde entonces, no hayan dado relevancia a brindar soluciones al más grave drama que sufre la comunidad: el déficit habitacional y de terrenos aptos. Y causa desagrado cuando con apabullante presencia mediática, saturan de relatos los actos de entregas de títulos, respecto a inmuebles cuya existencia material nunca gestionaron.
No es buena práctica democrática ni noble conducta, callar realidades y exponer historias sesgadas, ¿para usurpar logros?, como la expresada el viernes pasado en el Salón Blanco por el Ministro de Gobierno de la Provincia, cuando dirigiéndose a los beneficiarios de títulos de propiedad, destacó “… su esfuerzo y paciencia que les ha permitido concretar un sueño, compartido con el Intendente y la Gobernadora, que nos ha encomendado transmitirle a sus vecinos que esto es posible y que hoy en día solo valen los hechos y no las palabras”.
Recordamos al Señor Ministro. que en el Partido de 9 de Julio los hechos que dieron felicidad a miles de convecinos (viviendas/lotes que originaron las escrituras que entregadas) vienen del pasado, y que del presente son las palabras de quienes prometieron mejorar la vida al conjunto del pueblo.
Miguel Mingote
