[21 de marzo de 2011] La revancha entre Villa Tranquila y Once Tigres estaba destinada a ser un trámite para los de Santorelli, pero más precisamente se la podría definir como una paliza, con seis goles y un dominio avasallante. De local, Once Tigres venció 6 a 0, para quedar 8 – 0 en el global.
Iban siete minutos cuando Tempestti tomó un lateral y tras dominar la pelota ante la estática defensa visitante, instaló un remate contra el segundo palo del arquero De Miguel.
Las limitaciones –sorprendentes en la segunda instancia de un torneo de estas características- de Villa Tranquila hacían que el encuentro pareciera, más que cualquier otra cosa, una práctica para el representante nuevejuliense. Toques y más toques, por momentos sobrando el juego, eran la tónica de un equipo que ya se sabía totalmente seguro. Y los goles fueron llegaron como decantación de esta enorme superioridad.
A la media hora, aceleró Tempestti y metió un centro que Zamprogna instaló dentro del arco, contra un palo. Tan sólo cuatro minutos después, Celín se elevó en un tiro de esquina, y con otro cabezazo, venció la débil resistencia de De Miguel.
En el último minuto de esta etapa, Bossio –ingresado por el lesionado Ascani- corrió un pase largo, le robó el balón a su marcador, y definió cruzado para poner el cuarto.
Podía darse el lujo de bajar el ritmo el local, en el complemente, pero no lo hizo: apenas pasado el minuto, ideó una jugada Montenegro con todo su oficio de hombre de área, y Bossio la definió en la red.
Pocos minutos después, el mismo Bossio presionó, provocó el error del marcador, se fue en velocidad y definió ante la salida de De Miguel. El seis a cero no resultaba exagerado ante un rival que no oponía resistencia, y el jugador proveniente de Agustín Alvarez demostraba sus mejores condiciones.
Pudieron ampliar el marcador Montenegro, Bo- ssio en dos oportunidades, y Frisenda, pero en ocasiones por fallas o apuro en la definición y en otra por la intervención del arquero, esto no sucedió. La última estuvo en pies de Mauricio López, tras una excelente jugada en velocidad, cuya definición tapó de manera notable De Miguel. El marcador no cambió del seis a cero en esta revancha, y ocho a cero en el global.
El destino de Once Tigres será meterse de lleno con un rival seguramente bastante más complicado, sin escalas, ya que Villa Tranquila no sirvió como medida. Aunque los dos partidos contra el paupérrimo equipo de O’Brien dejaron en claro el oficio y la jerarquía de sus jugadores.