La historia a través de las fotografías
Por Héctor José Iaconis
En la década de 1920, la fotografía ejercía gran fascinación en los movimientos vanguiardistas. Aunque, para entonces, estaba lejos de ser circunscrita dentro del concepto de bellas artes, al modo en que lo había concebido la clásica definición de Charles Batteux, muchos artistas eran conscientes de la aportación que las técnicas fotografías modernas podían brindar al campo del arte.
Por esa misma época, entre muchos fotógrafos de prestigio, compenetrados en la tarea de definir las especificidades de su disciplina, surgió el concepto de «objetividad», como característica esencial de la fotografía. En este sentido, el fotógrafo norteamericano Lewis Wickes Hine, en 1909, se anticipaba a explicar que «la fotografía posee un suplemento de realismo que es exclusivo de ella, un atractivo que no encontramos en ningún otro tipo de ilustración».
La imagen, para Hine, «es un símbolo que inmediatamente nos pone en contacto con la realidad».
Ese realismo, que no siempre significa integridad de la verdad del acto fotográfico nos remite inmediatamente a unos de los aspectos del valor de la fotográfica como documento histórico.
1. LA IMAGEN: Precisamente, la fotografía que hoy presentamos constituye un documento que remite a un hecho histórico y, desde esta perspectiva, nos aporta una rica información.
Registrada por la cámara del estudio de Adobato, registra la recepción del ingeniero Ernesto C. Boatti en la sede del Club «Presidente Yrigoyen», perteneciente a la Unión Cívica Radical.
2. EL CONTEXTO: El ingeniero Boatti, figura preponderante de la dirigencia radical y Ministro de Obras Públicas de la Provincia en dos períodos (1919-1920 y 1926-1930), visitó la ciudad de 9 de Julio en 1928, con motivo de la inauguración de las obras de pavimentación. Entre los actos de agenda, el funcionario fue invitado a participar de una recepción en la sede del aludido Club, ubicada en la calle La Rioja entre Vedia y Libertad. Esa agrupación, que se disolvió luego de la Revolución de 1930, reunía a radicales de tendencia yrigoyenistas.
3. DETALLES DE INTERES: La imagen nos aporta un registro, quizá el único en su tipo, del interior de la sede, al menos de una parte del salón principal. El ministro Boatti se ubica en el centro de la cabecera, franqueado por otras figuras destacadas del radicalismo en 9 de Julio: el senador Guillermo B, Gougy, el intendente municipal Ramón N. Poratti y el intendente del período anterior, Florentino Valenzuela. De pie, aparecen otros conocidos vecinos de la época, quienes fueron ubicados por el fotógrafo detrás de la cabecera y en un plano posterior del salón contiguo, ante la imposibilidad de lograr una toma panorámica, quizás por no contar con espacio suficiente para montar el equipo.
Sobre la mesa se observa parte del servicio, envuelto en una austera frugalidad (platos centrales con sándwich de pan de miga y copas pequeñas, sin la presencia de cubiertos). A juzgar por los efectos de iluminación, hace pensar que se trataría de una toma realizada en horas de la noche.
En los extremos laterales de la imagen, en un segundo plano, se advierten dos percheros donde, los comensales, han dispuesto sus sombreros. Entre ellos hay varios «fedora» o «borsalino», típico sombrero clásico y sobresalen los legendarios «canotier», también llamados «ranchos de paja», muy en boga por entonces. Sin dudas aún faltaban varias décadas para que se imponga la moda del «sinsombrerismo» en 9 de Julio.