Es uno de los principales motivos de consulta en las guardias pediátricas durante los meses de calor. Qué hacer y cómo prevenir y cuidar a los más chicos.
La otitis externa más conocida como «de pileta» es una de las enfermedades típicas del verano que afecta sobre todo a los más chicos durante el verano, por la cantidad de tiempo que permanecen debajo del agua.
La otitis afecta la piel del conducto auditivo externo que, cuando permanece humedecida por mucho tiempo se reblandece y pierde su capa protectora, permitiendo que las bacterias penetren al oído.
«Los síntomas aparecen unas horas después de haber estado por largo tiempo en la pileta y son fiebre y dolor intenso. Los niños la padecen más que los grandes porque bucean y están mucho tiempo en el agua».
El especialista recomendó evitar las reiteradas zambullidas y controlar que los chicos no permanezcan por largos períodos con la cabeza debajo del agua: «Es importante que después de salir de la pileta se sequen bien los oídos para evitar que la piel del conducto quede húmeda y, si el tímpano está intacto, puede utilizarse alcohol boricado o fino diluido con agua para garantizar un buen secado».
Tratamiento y prevención
Ante la aparición de los primeros síntomas es necesario consultar al médico para poder iniciar un tratamiento farmacológico cuanto antes, y evitar que la infección pueda extenderse hasta el hueso que rodea el conducto auditivo.
Para quienes padecen de otitis, los especialistas aconsejan respetar la indicación de no sumergir la cabeza en el agua por, al menos, 15 días, a pesar de que el dolor haya desaparecido, «es necesario esperar que la piel del conducto se termine de renovar y se cure, porque este tipo de infección no deja inmunidad».
Recomendaciones para cuidar los oídos:
– Realizar chequeos auditivos frecuentes como forma de prevención.
– Evitar el baño en aguas poco saludables.
– Zambullirse de manera suave en playas y piscinas.
– Secar bien los oídos después del baño.
– No usar hisopos o elementos punzantes para secar los oídos.
Cuidados necesarios a la hora de bañarse:
-No sumergirse en aguas contaminadas para evitar infecciones.
-No ingresar en ríos sucios ni canteras.
-Controlar a los niños pequeños inclusive en las piletas de plástico.
-Usar protectores solares.