Cuando un animal silvestre se encuentra acorralado se pone muy tenso y nervioso, así se lo vio a Hugo Moyano en el palco el último miércoles. Para juntar una multitud necesitó a la izquierda y al kirchnerismo. Sin embargo, estos sectores no estuvieron representados en el escenario, demostrando que las diferencias entre ellos son importantes. Como mandan los cánones pero- nistas no hay enemigos irreconciliables cuando se trata de buscar el poder.
La CGT se terminó de dividir y el único representante del triunvirato fue Juan Carlos Schmidt. Sergio Palazzo, titular de los bancarios, asistió casi como único representante de un gremio importante.
Pablo Moyano llegó en un lujoso auto importado y según el periodismo, el que usó Hugo Moyano tenía una gran cantidad de multas impagas. A la hora del discurso al camionero se lo vio irritado y cometió varios errores como cuando dijo: “no estoy imputado en ningún hecho de corrupción, por ahora”, reconociendo que en el futuro puede estar imputado y no estando seguro en cierta forma de su accionar. Su alocución fue muy personalista y cerca suyo estaba su abogado, el ex juez LLermanos, dándole de esta forma la razón al gobierno que afirmaba que el acto era para defenderse de sus posibles problemas judiciales y con la AFIP.
Se victimizó diciendo que no tenía miedo de que lo mataran o de ir preso, al mejor estilo de Cristina cuando afirmaba que si le pasaba algo debían mirar hacia el norte, como si Obama o EE.UU. estuvieran preocupados por ella. El acto políticamente le sirvió más al gobierno que a Moyano. El partido peronista no lo acompañó, no hubo ningún gobernador, pocos legisladores e intendentes y tampoco lo acompañaron la mayoría sus colegas gremialistas. Como ya hemos dicho, un discurso equivocado, poniendo énfasis en su situación personal más que en los problemas del país o de la trabajadores.
Moyano sólo tiene un 10% de imagen positiva, para la mayoría de los ciudadanos es más un empresario rico que un sindicalista y muchas veces su accionar es visto como cuasi mafioso.
En cierta forma su discurso fue más inteligente que los dichos del ex juez de la Corte Eugenio Zaffaroni que pidió la destitución de Macri y de Hebe de Bonafini que lo apoyó. Un Moyano democrático afirmó que quiere que Macri termine su mandato pero aunque no lo dijo explícitamente aspira a aglutinar a la oposición con miras a las elecciones del 2019. No llamó a una huelga general, para algunos una señal de debilidad ya que no cuenta con el apoyo de muchos gremios importantes que no quieren seguirlo en su guerra para evitar la cárcel. Para otros, un gesto dialo- guista con el gobierno de Macri, como él mismo reconoció después del acto ante algunos periodistas.
En estos momentos en nuestro país se está discutiendo el costo de la logística o de los fletes ya que son mucho más caros que en Brasil y EE.UU. , nuestros competidores en la exportación de commodities. Para Moyano el alto costo de los fletes se debe a la alta carga impositiva que tienen los combustibles en nuestro país. Sin embargo, hay mafias enquis- tadas como por ejemplo en los puertos de Bahía Blanca y Necochea donde los transportistas de esas zonas no dejan cargar subproductos a los camiones que llevan granos a esos puertos. Esta actitud se denomina zona cerrada y ello encarece el costo de los fletes ya que los camiones que van cargados a esos puertos deben regresar vacíos. De esta forma el costo de alimentación se encarece para muchos productores de todo el país. Otro ejemplo de este comportamiento mafioso fue cuando años atrás algunos transportistas hicieron piquetes en las vías del ferrocarril en la localidad de Daireaux para impedir el transporte de subpro- ductos de una fábrica por ferrocarril. En nuestra zona, hace un tiempo, manos anónimas ligadas al sector transportista rompieron bolsones de la empresa Cargill en la localidad de French y de la empresa Tecsidir en 9 de Julio. Todo esto es privilegiar los intereses particulares sobre los intereses generales del país.
En un futuro cercano veremos quien gana la pulseada entre Macri y Moyano. El país necesita un cambio de actitud de muchos actores para salir adelante y en beneficio de todos.