spot_img
spot_img
23.3 C
Nueve de Julio
miércoles, noviembre 27, 2024

Nutrición: Bebidas Energizantes, por Lic. Sofía Villarrica

Hoy en día, las toman el 70 % de los adolescentes, y la mitad de ellos las mezclan con alcohol. Sin embargo, predomina el desconocimiento sobre un producto que contiene cafeína y, sobre todo, azúcar, en importantes cantidades; una bebida que genera dependencia, y cuyo consumo no está exento de riesgos.

Estas bebidas están de moda, pero no son un invento de último momento. Una de las primeras, el Lipovitan D, comenzó a venderse en Japón en 1962. Contenía taurina y cafeína. Se popularizó en la década de los 80, al promocionarse como «combustible» para rendir más en el trabajo. Al día de hoy, y con decenas de marcas y sabores, Japón es el país con más bebidas energizantes o dorinku-zai, un éxito que muchas veces se vincula al desenfrenado ritmo laboral del país.
Las bebidas energizantes contienen Taurina, L-Carnitina, ginseng, guaraná. Los ingredientes exóticos de estas bebidas varían de una marca a otra, pero hay tres elementos presentes en todas: cafeína, vitaminas del grupo B y azúcar. Con excepción de las versiones light, que llevan edulcorantes, estos ingredientes son los verdaderos estimulantes. Las vitaminas del grupo B (B6, B12, ácido pantoténico o niacina) sí han demostrado su eficacia ante el cansancio. La cafeína es una molécula que estimula nuestro sistema nervioso y nos mantiene alertas. Por esa al consumir estas bebidas generan excitación y reducción temporal del cansancio. Al beber una lata estándar, nuestro cuerpo recibe entre 30 y 40 g de azúcar (5 sobres), alcanzado el máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para todo el día. A los 20 minutos, se disparan los niveles de azúcar en sangre y, también, la producción de insulina. Entre 30 y 60 minutos después de haber tomado una bebida energética, la cafeína produce su máximo efecto. Se dilatan las pupilas, aumentan los niveles de alerta. El cuerpo empieza a producir dopamina, que estimula las zonas de placer del cerebro. Eso sí, al subidón causado por el azúcar y la cafeína, le sigue el bajón de ambas sustancias.
La cafeína no desaparece de nuestro cuerpo con facilidad. Luego de cinco horas, aún tendremos en el organismo la mitad de la que hayamos ingerido. El tiempo que se necesita para eliminarla por completo depende de factores como la edad o el estado de salud. Puede tardar hasta 10 horas.
Hay distintos tamaños en el mercado, que van de los 250 ml a los 500 ml. Incluso existen botellas de un litro. En Argentina el tamaño más popular es la de 250ml. Ingerir esa cantidad de bebida energética equivale a tomar entre una y dos tazas de café (más de 80 mg de cafeína). En cuanto al azúcar, beber una lata es como comerse medio paquete de galletitas dulces o una porción de tarta de chocolate.
Estas bebidas no son lo mismo que las isotónicas. Si bien ambas tienen elementos comunes (como una importante cantidad de azúcar), las bebidas isotónicas no contienen cafeína, taurina o guaraná. Las bebidas deportivas están diseñadas para reponer las sales minerales que pierde el cuerpo al hacer ejercicio, así que, además de azúcar, contienen potasio, magnesio, fósforo y sodio.
Es bueno destacar que no es bueno mezclar las bebidas energizantes con alcohol. Este último es depresor, mientras que las bebidas energéticas son estimulantes. La cafeína de las bebidas energéticas disimula los efectos del alcohol y da una falsa sensación de sobriedad. Esto fomenta un mayor consumo de alcohol (más del que se tomaría en condiciones normales) hasta superar, incluso, los límites máximos de tolerancia del cuerpo. Las personas que mezclan alcohol con estas bebidas (la mitad de los adultos y los adolescentes, según distintos estudios) son tres veces más propensas a beber en exceso, lo que aumenta las posibilidades de sufrir una intoxicación etílica. Esto es un riesgo para cualquiera y, muy en especial, para quienes tienen afecciones cardiovasculares. Además del alcohol, el exceso de cafeína puede provocar alteraciones de la tensión arterial, palpitaciones cardíacas, náuseas, vómitos o incluso convulsiones.

Sofía Villarrica
Lic. en nutrición
M.N.: 7103 M.P.: 2763
Atiende en:
Consultorios Ceinsa – Yrigoyen 1339 – Turnos: 520111
Centro de Diagnóstico IMC – Cnal. Pironio 255 – Turnos: 425299

 

bebi

Más noticias