[17 de octubre de 2009]
-Escultor, pintor, profesor, músico y escritor, su extensa trayectoria artística cuenta con reconocimiento nacional e internacional.
-A pesar que sus obras se han expuesto en todo el mundo, nunca olvida a sus primeras profesoras nuevejulienses.
Daniel Oddone nació un 25 de mayo de 1954, en 9 de Julio, donde transcurrió su infancia y adolescencia. Sus primeros recuerdos de esta época se remontan a la figura de sus padres y sus profesores: “Mi padre era un hombre de cultura, amante de la opera, la música clásica, el arte en general. Cuando él escuchaba música, yo distinguía a los cinco años un instrumento que me maravillaba. Le pregunte qué era: es un piano, me dijo. ¿Y cómo es?, le pregunte. Yo te lo voy a mostrar, me contestó. Y me llevó con la Profesora Angelica de Barrios. Yo quedé asombrado.
El me dijo: ¿querés aprender?: -¡Sí!… ¡Sí!…contesté.
Le escuché decir:
-Sabe, mi problema es económico.
-Mándemelo, Oddone, y olvídese del dinero”.
El amor maternal también moldeó su temprana vocación: “¿Cómo olvidar a mi madre que trabajó para darme lo mejor?. Te amo. Después de los diez años de estudios, me recibí con mención de distinguido, por lo cual le agradezco su amor por mí”.
Y relata que “otro día, mi padre encontró un cuaderno con dibujos que yo copiaba a mano alzada a ‘Patoruzito’ e ‘Isidoro Cañones’, mis favoritos. Me mandó a estudiar dibujo y pintura, con la profesora Carmen Rodríguez. En las artes plásticas mis Primeras impulsoras fueron Chela Merico y Marta Ochoa. Luego continué con las profesoras Susana Di Benedetto y Olga Gornatti”.
Sus estudios artísticos contrastaban con un magro rendimiento en la escuela, que detestaba: “Reprobé primeros años de escuela por encontrarme con un mundo que no era el mío: vocales, restas y sumas, dividir y multiplicar ‘¡leer!’, porque yo sólo leía música. ¡Qué infierno!”, rememora.
Del mismo modo recuerda que un día, sin técnicas ni profesores, comenzó a escribir: “A los catorce años, un día a las cuatro de la mañana, con profunda tristeza me levanté de mi cama, me senté en el comedor y empecé a escribir. Salió mi primer poema ‘De soledad en soledad’, y muchos años después, en el 2005 publiqué mi primer libro, ‘De amores y soledades’ (retrospectiva de poemas de veinte años atrás hasta mis catorce), que fue declarado de Interés Municipal por el Honorable Concejo Deliberante en mi ciudad, 9 de Julio”. Habían pasado muchos años del adolescente al artista ya consolidado que volvía a su ciudad, años de formación y crecimiento constante.
Un artista y docente destacado
Daniel Oddone resume su vida luego de 9 de Julio de esta manera: “Colimba, y después me quedé en Buenos Aires. Estudié seis años derecho y trabajé 20 años en un estudio contable, pinté casas, trabajé de albañil con mi abuelo, vendí libros, limpié basurales, pinté láminas para los aspirantes a maestros, tuve una perfumería, vendí lana, todo a pulmón, mientras seguí con mis estudios artísticos”.
En Buenos Aires se perfeccionó con los Maestros Atilio Laguzzi y Ana Coletta. En sus obras se destacaban las refinadas “veladuras y transparencias”. Estudió escultura y sus diversas técnicas con el maestro Adrián Harari del Teatro Colón de Buenos Aires. Llevó a la escultura técnicas y materiales no convencionales, creando texturas y formas propias.
Cuenta que “en Buenos aires empezaron los contactos y las primeras muestras de mis obras, de la mano de mis amigas Dora y Lidia Giannoni, en casas de Provincias, lugares culturales hasta pasar por el palacio del Congreso Nacional y museo de la casa Rosada, salones en Galería de arte donde la vida y mi trabajo me premió con menciones de distinguido, menciones especiales, diplomas de honor, medallas de bronce, plata y oro (mil gracias a los que valoraron mis trabajos). Llegué así la docencia”. En 1998 obtuvo los cargos de profesor de Dibujo, Pintura y Escultura en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) y Parroquia Santiago Apóstol de Belgrano. Así fue formando una extensa trayectoria en el arte.