ISETA INFORMA A LA COMUNIDAD
En las últimas semanas recibimos muchas consultas motivadas por el brote de gastroenteritis en Bariloche que afectó, particularmente, a los grupos de egresados. Tanto particulares como personal de hoteles e instituciones se han contactado pidiendo información sobre cómo evitar este tipo de contagios y cómo evaluar sus procesos desde el punto de vista de la salubridad.
Sobre esta situación en particular se sabe que se trata de un brote de norovirus, según información del Ministerio de Salud. Este virus se transmite por consumo de alimentos contaminados, aguas fecales o contacto entre personas.
Desde el punto de vista microbiológico, son varios los microorganismos que pueden afectar en corto o largo plazo a la salud a partir de la contaminación del agua y los alimentos ó la higiene inadecuada, sobre todo en procesos que involucran a muchas personas como son instituciones, hoteles, fábricas, etc.
El nivel de salubridad e higiene puede conocerse a través del análisis microbiológico. Agua, alimentos y puntos críticos de control en establecimientos que elaboran o manipulan alimentos, son los focos a tener en cuenta.
Cabe destacar que el análisis microbiológico del agua es relevante aunque la misma no sea para consumo sino para otros usos como limpieza, higiene o recreación.
Asimismo queremos informar a la comunidad sobre buenas prácticas de higiene que evitan las posibilidades de contaminación y de contagio de enfermedades por este y por otros microorganismos.
Las personas que manipulan alimentos (cocineros, mozos, personal de servicio en hoteles, clínicas, escuelas, particulares, etc.) deben reforzar las medias de higiene: lavarse bien las manos con agua y jabón, es lo principal.
El lavado de manos es importante también ANTES Y DESPUÉS de ir al baño, esto reduce las posibilidades de proliferación de microorganismos patógenos en una zona proclive y de uso común.
Frente a una situación de posible contagio, no compartir elementos personales como toallas, sábanas, vasos y cubiertos.
En la cocina, los utensillos que puedan haber tenido contacto con carne cruda (cubiertos, tablas, platos, repasadores, etc.) deben ser utilizados exclusivamente para eso, lavarse con agua caliente y detergente después del uso, y nunca cruzarse con alimentos frescos o que no requieran cocción.
Desinfectar a menudo las zonas de baño y cocina con lavandina, aumentando la frecuencia de limpieza cuando haya casos de este tipo de enfermedades detectados. Con temperaturas elevadas o mediante desinfectantes a base de cloro, se inactivan los microorganismos. Sin embargo el norovirus, al igual que otros agentes patógenos, es resistente a los alcoholes y detergentes, por ello la importancia de que la desinfección sea con cloro.
Los niños, adultos mayores o personas inmunodeprimidas son más sensibles a este tipo de contaminaciones.
En el laboratorio de Microbiología de ISETA se analizan todos los parámetros definidos por el Código Alimentario Argentino, y se asesora sobre las acciones a tomar cuando los resultados están fuera del rango recomendado por el código.
Para más información contactar al Laboratorio de Microbiología de ISETA: Yrigoyen 931. Teléfono 02317-422305, Interno 303.