Nota de opinión del Concejal Juan Pablo Parise
Luego de conocerse que la O.M.S declarará al Corona Virus Covid-19 como una pandemia mundial y que dicha enfermedad arribara a nuestro territorio, el Gobierno Nacional comenzó a implementar políticas públicas para luchar contra este nuevo “enemigo invisible”.
Lo que resulta nada fácil luchar contra un oponente que no se lo conoce, que no es visible, que muta.
Las medidas tomadas por el Estado Argentino, tanto en el orden Nacional, Provincial como el Municipal, para combatir al Corona Virus, son de público conocimiento. Y anteponiéndose a la situación que se avecinaba, el 26/2 el P.E.N (Poder Ejecutivo Nacional) comienza a
aplicar la intensificación sanitaria en el Aeropuerto de Ezeiza y las Fronteras. El 6/3 se disponen las licencias laborales y las inasistencias escolares para quienes hayan ingresado al país luego de transitar por zonas de circulación del COVID-19. El 10/03 se
crea de un fondo especial de 1.700 millones de pesos para fortalecer la respuesta del país frente a la propagación del nuevo coronavirus. Luego las medidas se intensificaron: Nuevo protocolo para vuelos que llegan a Argentina; Suspensión de la presencia de público en todos los espectáculos masivos a nivel nacional; Regulación de los vuelos que arriban a la Argentina; Creación del Comité de crisis; Líneas gratuitas de consulta; Suspensión del dictado de clases presenciales en todas las escuelas y universidades del país; Cierre de fronteras.
El 17/3 frente a la crisis social y económica que contrajo el Corona Virus se reforzó la Política de Protección Social: con el objetivo de garantizar el acceso a la alimentación y sostener los ingresos de los sectores más vulnerables en el marco de la pandemia, incrementando las partidas para asistir a comedores escolares, comunitarios y merenderos. La distribución de la Tarjeta Alimentar para garantizar que el dinero llegue a las familias. Los titulares de planes sociales recibirán un plus, y se otorga un bono extraordinario I.F.E de 10.000 pesos.
Con lo que respecta a las Políticas Industriales y Económicas se destina un paquete de medidas para proteger la producción, el trabajo y el abastecimiento. La creación de los precios máximos para alimentos de la canasta básica y productos de primera necesidad.
Créditos a MiPyMEs para el pago de sueldos y prórroga de vencimientos de deudas para PyMEs y Micro PyMEs. Suspensión del cierre de cuentas bancarias y de servicios por falta de pago. Congelamiento temporario de alquileres y suspensión de desalojos.
En el marco del Aislamiento social, preventivo y obligatorio para toda la población se están construyendo 8 Hospitales Modulares de Emergencia, compra de respiradores mecánicos, barbijos, test, etc. Se les hizo un pago extraordinario al Personal Sanitario y Fuerzas
de Seguridad. También se están asistiendo a argentinos/as en el exterior y más de 30.000 personas regresaron al País.
En el mismo orden que lo Nacional, las Provincias y los Municipios están actuando de manera coordinada, sin distinciones políticas, con la misma intensidad y responsabilidad.
¿Pero entonces, si todo el arco político argentino unió las fuerzas y están trabajando coordinadamente y haciendo “bien” las cosas para luchar contra el Corona Virus, porque se les pide que se bajen sus sueldos y que se vayan todos?
Las Políticas anteriormente nombradas hicieron que casi el 93% de los encuestados por diferentes consultoras, estuvieran de acuerdo.
Esto hizo que la imagen del Presidente Alberto Fernández pase a estar en la centralidad de la política argentina. Revalorizando el rol del Estado por sobre el Mercado y el espíritu de unión, colaboración y solidaridad frente a la Pandemia. Que es lo contrario a lo
mostrado por la gestión anterior.
Cuando parecía que todos estábamos tirando para el mismo lado; que los políticos estaban haciendo bien las cosas; algunos pretenden arrebatarle, no al Presidente, Gobernador y/o Intendente, sino lo que volvió a conquistar la Política: su credibilidad, su apoyo, su
visto bueno.
No había cómo agredirlos – a los políticos – porque hoy no ofrecían puntos débiles. Y ese punto débil lo encontraron, utilizando la Anti Política para hacer política, es decir, volver a revivir, lo que esta crisis nos había llevado a olvidarlo, que es el odio contra “los políticos”.
Por eso no es coincidencia que el cacerolazo del 30 de marzo se produjo justo un día después de que Alberto Fernández y el Papa Francisco fuesen muy duros con los empresarios que despiden trabajadores en esta gran crisis mundial. “El sálvense quien pueda no es solución. Una empresa que despide para salvarse, no es una solución”. Papa Francisco.
Los cacerolazos contra los políticos no fueron espontáneos. Fueron organizados por el Grupo de Poder que no quieren dejar que la Política este por sobre encima del Mercado y de las grandes cooperaciones. La discusión no es si los políticos cobran mucho o poco
por lo que hacen. Sino es desafiar al Poder del Estado. En poner a la Economía por sobre encima de la vida de humanidad.
Algunos de los reclamos transformados en retórica ¿Por qué se les pide solo a los “Políticos del Gobierno” que bajen sus sueldos?
¿Acaso no están cumpliendo su función y son improductivos? ¿Por qué se les pide que se vayan todos como en el 2001? ¿Cómo haría el Estado para comprar respiradores, construir Hospitales, aumentar los testeos y pagarle a los médicos, si quieren dejar de pagar los impuestos? ¿Los periodistas y medios de comunicación que foguean las protestas, tienen algo que ver? ¿Era necesario hacer el Cacerolazo el mismo día y hora que se hacía la convocatoria contra los femicidios?
Juan Pablo Parise, Concejal Unidad Ciudadana.