Por Héctor José Iaconis.
Antes de la fundación del Club Español en 9 de Julio, hacia 1917, institución que ha trazado una trayectoria centenaria, existieron algunos centros sociales que tuvieron una vida institucional bastante más breve. Desde luego, excluyendo de esta consideración a otras organizaciones particulares, tales como los clubes de tiro, las relacionadas con el mutualismo o las especificamente culturales.
En efecto, a lo largo del siglo XIX y comienzos del XX, los vecinos del floreciente pueblo, manifestaron la inquietud de organizarse en agrupaciones que tuvieran como finalidad fomentar la vida social y el esparcimiento. No desmedro de haber alcanzado el objetivo de reunirse, algunos de esos emprendimientos se vieron opacados ante la ingerencia de las rencillas de la política lugareña.
En 1881 se encontraba organizado un Club Social que funcionaba en la esquina de la actual avenida Vedia y La Rioja, en una vivienda que pertenecía al mayor Esteban Sayavedra. Esta entidad fomentó la creación de una orquesta, organizada por el maestro Francisco Leopardi y, al mismo tiempo, intentó poner en salvaguarda el acervo bibliógrafo de la primera Biblioteca Pública de 9 de Julio.
FRUSTADOS POR LA POLITICA
Si bien el Club Social cumplió los objetivos que se había fijado en sus orígenes, algunas circunstancias precipitaron su final. En 1897, cuando la sociedad atravezaba una etapa de transformación, hubo un nuevo deseo de dar vida a otro club social. Para ello el ámbito propicio para darle vida fue el Bar y Hotel «Monteverde», que se encontraba ubicado en la calle Libertad entre Montevideo (hoy avenida Bartolomé Mitre) y La Rioja, en el primer piso del Teatro Rossini. Aún hoy se conserva, aunque dividido, el espacio de ese salón, cuyas ventadas pueden apreciarse en la fachada del Teatro. El 24 de octubre de 1897 fue formado el «Club Social de Nueve de Julio». En ese acto fue formada la comisión provisoria, cuyos nombres remiten directamente a personas conocidas en la sociedad:
Presidente: Salvador Velarde (comerciante).
Vicepresidente: Ernesto Carbó (médico).
Secretario: Agustín P. Taurel (empresario).
Tesorero: Adolfo Pastorino.
Vocales: Alberto D. Labarriere, Germán Moro (comerciante), Eduardo A. Mouchard (notario), Manuel B. Grego (martillero), Emilio Noth, Julio Regnier y Benito Pita.
A finales de la década de 1890 este Club social había entrado en una crisis motivada por la ingerencia de la política partidaria.
Los enconos politicos generados en el contexto de los hechos de 1899, ocasión en que se produjeron las mentadas «elecciones sangrientas», coadyuvaron para deteriorar las relaciones interpersonales.
Un nuevo intento de organización ocurrió el 29 de abril de 1900, en el mismo Bar «Monteverde». Allí se congregaron varios vecinos, provenientes de algunos círculos de poder local, entre quienes se encontraban Tomás West, Alberto Labarriere, Manuel Ormaechea, Federico Herrans, Clemente Molinuevo, Fernando Taurel, Benjamín Fernández, J. Varela, Eduardo A. Mouchard, Mariano Clérico, Manuel González, Juan Ortíz de Rozas (hijo), Rafael Prieto, José Cuesta, Claudio y Ambrosio Orbea, Manuel Menteguiaga y Esteban S. Doufourg, entre otros.
En esa oportunidad se decidió sentar los principios fundacionales del nuevo Club Social, quedando la comisión directiva formada de la siguiente manera:
Presidente: Tomás West.
Vicepresidente: A. Labarriere.
Secretario: Fernando Taurel.
Tesorero: Manuel Ormaechea.
Vocales: Federico Herrans y Clemente Molinuevo.
Con el nombre de “Centro Social” fue inaugurado el 1º de mayo de 1900 en la misma sede del Bar Monteverde. Poco después, se estableció como sede un local situado en Montevideo (hoy avenida Bartolomé Mitre) entre General Vedia e Independencia (hoy Hipólito Yrigoyen).
La colectividad italiana, en esos días, también se organizó socialmente, fuera de las entidades mutualistas, dando vida al Círculo Italiano. La sede del mismo se ubicó en un salón de la esquina de Montevideo y Liberdad, donde también organizaron una biblioteca popular con el nombre de «Biblioteca Sarmiento».
EL CENTRO «ORFEON 9 DE JULIO»
En 1904, vecinos más jóvenes concibieron la idea de conformar un grupo musical bajo la denominación de “Marina Argentina Orfeón 9 de Julio”. A Juan Entío se le confió la dirección musical del mismo mientras que la presidencia la ocupó Andrés Domenech.
La “Marina Argentina Orfeón 9 de Julio” fue integrado por Carlos Aperlo, Luis Cacciatore, José Marino, Gabriel Bonfiglio, Ricardo De Lucía, Augusto Labat, Juan Caccialanza, Felipe Di Siervi, Juan Barrientos, Rafael Nadal, Francisco Cavalcanti, Francisco Buontempo, Horacio Muzio, Miguel Nadal, José Aperlo, José Cacciatore y Juan Marino, Enrique Carrió, Rodolfo Galíndez y Miguel Demársico, entre otros.
Los integrantes de este conjunto musical usaban en sus presentaciones vistosos uniformes, predominando los de la marina.
Un año más tarde, por impulso de Domenech y del nuevo presidente de la agrupación, José Gustinelli, los integrantes de la “Marina Argentina Orfeón 9 de Julio” resolvieron dar vida a un centro social, bajo el nombre de “Orfeón 9 de Julio”. La comisión directiva, además de Gusti-nelli, fue integrada por Angel Gamero, Ernesto Cella, Alfredo Lleras, Cándido S. Avila, E. Meller, Antonio Caminitti y Valentín Márquez.
La historia lugareña recoge otros intentos organizativos que, con otros lineamientos, tuvieron un objetivo social. El Club Hípico, aunque con otro cometido, tuvo también una gravitación como entidad social.
Queda claro que, desde la época fundacional de 9 de Julio, existió el feliz deseo, entre los vecinos, de constituirse en agrupaciones que fomenten el encuentro, la camaradería y el esparcimiento.