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lunes, noviembre 25, 2024

Las exportaciones de soja sin procesar crecieron 50%

Los envíos de harina bajaron un 10%

Télam. Las exportaciones de poroto de soja sin procesar crecieron casi 50% entre marzo y junio pasado, al sumar un volumen de 4,1 millones de toneladas respecto a doce mese atrás, mientras que los envíos de harina de soja, el principal producto de exportación del complejo sojero argentino, cayeron 10% en el mismo período.
Estos números ponen de manifiesto una tendencia que comenzó a manifestarse hace varios años, que dan cuenta un crecimiento en las exportaciones de productos primarios, sin elaborar, respecto a las ventas al exterior de productos con valor agregado.
Entre marzo y junio, las exportaciones del poroto sin industrializar se incrementaron 48,33% al pasar de 2.762.090 toneladas en igual período de 2019 a 4.097.099 toneladas.
Por su parte, los embarques de harina se contrajeron 10% el pasar de un volumen total de 10.754.530 toneladas entre los meses de marzo y junio de 2019 a 9.666.379 toneladas en similar lapso de 2020, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
El análisis de los especialistas
Especialistas consultados por Télam dijeron que el aumento de los despachos de materia prima y la baja en los envíos de harina responden a dos factores.
Por un lado, se explican por una caída en los márgenes de la industria debido a un aumento mayor en los precios del poroto que de los subproductos. A lo que se suma, como segundo factor, una menor demanda de harina por parte de la Unión Europea (UE), en contraste con un aumento de la demanda china de poroto.
«Se está exportando más poroto que el año pasado y eso es en desmedro de los subproductos. En el primer caso tenemos, al calcular los márgenes de exportación, que despachar la soja sin procesar está dando un mejor margen y eso alienta que se lo exporte sin procesar. Hay que tener en cuenta los precios y, en este caso, aumentó más el del poroto», explicó a Télam el analista de la BCR, Federico Di Yenno.
La Bolsa rosarina, en un informe, señaló que «desde principios de abril, momento en el que comienza a generalizarse la cosecha de la soja en zona núcleo, la industria lleva las de perder contra las exportación del poroto sin industrializar, medido en la capacidad de pago en el mercado interno (FAS teórico) de uno y otro sector. Esta diferencia llegó a un máximo de US$ 10 por tonelada en la última semana».
Según marcan los registros de la entidad bursátil, el precio FOB (valor de la mercancía puesta a bordo de un transporte marítimo) del poroto al 7 de julio se ubicaba en US$ 359 la tonelada con una FAS de US$ 227,5, mientras que la harina poseía un FOB de US$ 325,7 la tonelada con un FAS industrial de US$ 221.
Esto quiere decir que el poroto aventaja en precio FOB a la harina en US$ 33,3 y posee un margen superior de US$ 6 respecto al producto elaborado.
Di Yenno dijo a Télam que «gran parte de nuestra harina de soja va a la Unión Europea y desde ese lado se espera que haya menos importaciones, por lo que se va a demorar un poco más la recuperación y se espera que la recesión impida mantener los volúmenes de importación que venía teniendo».
Por su parte, el economista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), Agustín Tejeda, dijo que esta situación se disparó con mayor intensidad con el inicio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
«El hecho de que China, el mayor importador del mundo, haya decidido ponerle un arancel a la compra de soja estadounidense y, en algunos casos no comprarle directamente, distorsionó los mercados de una manera tal que hizo que China se vuelque a maximizar lo que compra de Sudamérica para tapar el bache de Estados Unidos», explicó Tejeda.
Así, «al comprar acá, sube el precio de la soja sudamericana en contra de la soja estadounidense. Esto termina afectando nuestro propio margen de molienda. Entonces exportamos más poroto a un mejor precio, pero a costo de sacrificar crushing (producción industrial), porque el margen de molienda cae», dijo el especialista.
«Otro factor que afectó al crushing fue la eliminación del diferencial arancelario. Antes había tres puntos de diferencia entre lo que pagaba el poroto y la harina y el aceite. Hoy pagan el mismo derecho de exportación. Fue el combo ‘guerra comercial + plus quita del diferencial’ que terminó afectando el margen de molienda y como consecuencia empezamos a exportar más poroto de lo normal», concluyó el economista jefe de la Bolsa de Cereales porteña.

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