Días complicados para Alberto Fernández
Por Ing.Eduardo Gallo Llorente
En una video conferencia entre Alberto Fernández y el ex presidente Lula, nuestro presidente le dijo que extrañaba a Evo, Correa y Chávez y que el único amigo que le quedaba para cambiar el mundo era Andrés Manuel López Obrador quien a los pocos días se reunió con Trump y se deshizo en elogios hacia el norteamericano. Supongo que a nuestro Presidente no le habrá caído bien la actitud del mejicano. A nuestros vecinos, Pineda, Bolsonaro y Lacalle Pou tampoco les habrán gustado las palabras de Alberto Fernández.
Esas declaraciones fueron calificadas por muchos analistas como inoportunas desde el punto de vista diplomático pero tenemos un Canciller, el Ingeniero Agrónomo Felipe Solá que no lo asesora bien ya que es un buen técnico en su materia pero para nada un especialista en relaciones internacionales, comenzando por el hecho de que no habla ningún idioma extranjero.
En la video conferencia también enfrió la relación con Trump al criticar la decisión de la Casa Blanca de ocupar la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y tomó distancia de Bolsonaro a pocos días de la Cumbre del Mercosur. La crítica presidencial a la agenda geopolítica de los Estados Unidos aparece en un mal momento ya que es necesario que el Departamento del Tesoro y Trump influyan en la negociación de la deuda con importantes fondos.
Nunca se reunió con el Presidente Bolsonaro ni asistió a la asunción de éste cuando es costumbre que los presidentes de ambos países acudan a la ceremonia presidencial. Tampoco fue a la asunción del Presidente uruguayo para no encontrarse con Bolsonaro en Montevideo. Hay que tener en cuenta que Brasil y China son los principales socios comerciales de Argentina. Todo un maestro de la diplomacia ya que más allá de las diferencias ideológicas con el presidente de turno están las relaciones comerciales con un importante socio y vecino. Con el tema Venezuela tampoco sabemos hoy cual es la posición del gobierno argentino ya que el embajador ante la ONU hizo declaraciones criticas con respecto a ese país y luego el Presidente en una entrevista con el periodista Víctor Hugo Morales se desdijo de lo dicho por el embajador.
Al Presidente tampoco le ha ido muy bien en estos últimos días en el frente interno. No parece estar cerca el acuerdo por la deuda y día a día el gobierno tiene que ir cediendo a los reclamos de los deudores.
En su discurso el 9 de Julio en Tucumán dijo que “viene a terminar con los odiadores seriales”. Sin embargo, es una frase que no condice con los hechos reales ya que sus ataques a periodistas, entre otros Diego Leuco, Jonathan Viale y Cristina Pérez, no ayudan a la reducción de la grieta. Néstor Kirchner decía miren lo que hago,
no lo que digo y Alberto parece haber aprendido de su maestro. Desde el poder es el principal responsable de controlar a los suyos y si no puede, por lo menos no hacer silencio ante declaraciones y hechos vandálicos.
Al Presidente tampoco le ha ido bien con el tema Vicentín porque el juez del concurso no aceptó su decisión de nombrar un interventor y apartar el directorio y muchos lo interpretaron muy mal y como un intento de avasallar la justicia. Recientemente reconoció que con el tema de la expropiación de Vicentín se había equivocado y aparentemente se archivó el tema.
Estos días se conocieron pronósticos de varios renombrados analistas económicos donde hablan de una caída del PBI para el corriente año de entre el 11 y 12% y un aumento de la pobreza que llegaría al 50%. Esto sería un drama nacional.
Las liberaciones de Amado Boudou, Julio DeVido y Lázaro Baez tampoco han caído bien entre la mayoría de la población, sólo el 35 % que responde al kirchnerismo las ha apoyado y la postergación de las causas en la justicia federal indigna a muchos ciudadanos.
Como vemos no son muchos los que envidian el lugar del Presidente, condicionado cada día más por su Vicepresidenta que es la que ostenta el poder real.
Eduardo Gallo Llorente
18 de Julio, 2020
