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Nueve de Julio
sábado, diciembre 21, 2024

Tendiendo Redes

Tendiendo Redes
Discapacidad y Familias

 


Siempre hablamos de la necesidad de aceptación, de la necesidad de integración de las personas con discapacidad, reconocerlas por lo que sí pueden y no por sus límites, pero pocas veces hablamos de la familia.
La familia muchas veces pone a la persona con discapacidad más límites que la sociedad, la frena, no le permite crecer, no le permite hacer; y entonces esa persona crece aprendiendo que no puede ser, que no puede crecer, que no puede lograr, que siempre necesita alguien que lo ayude, cuando en realidad no es así¸ cualquier persona, no importa la discapacidad que tenga, puede lograr sus propósitos, sus metas.
Una vez leí un artículo sobre una niña con discapacidad que fue adoptada por una familia, una niña que no tenía sus piernas, y la familia que la crió le enseñó desde pequeña que podía hacer cualquier cosa que quisiera, solo había una cosa que estaba prohibida, decir “no puedo”, entonces cuando había algo que ella consideraba que no podía hacer porque no tenía sus piernas, estaba prohibido decir yo no puedo, así que tenía que intentarlo. Y llegó a ser una gimnasta olímpica, a tener medallas, porque un día vio en televisor a un gimnasta y decidió que eso era lo que ella quería y como ella creció en una familia que le enseñó que “yo no puedo” no existe, ella siempre consideró posible hacerlo por más que no tuviese sus piernas. Entonces esto nos lleva una reflexión, a pensar que tal vez las familias somos las que estamos equivocando el camino, porque es cierto que la sociedad en muchas cosas no está preparada y es ignorante de estos temas, pero la realidad es que si no está preparada y es ignorante estos temas, es porque las personas con discapacidad siempre han sido segregadas y han sido escondidas.
Si nosotros como familia le enseñamos a nuestros hijos desde muy pequeños que su discapacidad no los condiciona, que su diagnóstico no los define como persona, que lo que ellos quieren hacer lo van a poder hacer, en tanto y en cuanto ellos se lo propongan y se esfuercen, entonces el verdadero cambio habrá comenzado.
Lo que viven, lo que aprenden y lo que reciben las personas durante la primera infancia es algo que después va a formar su carácter, entonces debemos pensar y debemos replantearnos que es lo que estamos enseñando a nuestros hijos, si en esa primera infancia a nuestros hijos les estamos enseñando que siempre debe haber alguien al lado de ellos haciendo todo por ellos, entonces es lo que va a suceder el resto de sus vidas y siempre van a estar dependiendo de alguien más.
Debemos empezar a entender que los cambios que hay que realizar, deben ser en toda la sociedad, pero deben comenzar en el seno familiar; muchísimas familias no aceptan la discapacidad de sus hijos y ahí es donde comienza la odisea para estas personas, porque son niños que no reciben sus terapias, que no reciben los apoyos necesarios porque las familias no aceptan esta condición, son niños que van a crecer en un ambiente donde se niega esa discapacidad, y cómo se niega, no se buscan formas de poder superar las barreras, no se buscan formas de integración, porque se niega, y aunque parezca que esto es algo del siglo pasado, no lo es, nosotros en nuestro trabajo por visibilizar y concientizar sobre discapacidad nos hemos encontrado con muchas familias que no aceptan el diagnóstico, o que lo aceptan, pero lo consideran como el límite al cual van a llegar y por lo tanto lo tratan como un eterno niño, no le permiten crecer, tomar decisiones, equivocarse y aprender, no le permiten vivir.
No hay que protegerlo, hoy es un niño pero mañana será un adulto y tal vez no tome las decisiones correctas, pero se le debe dar la posibilidad de poder decidir qué es lo que quiere, apoyar y acompañar, pero sin avasallar, no podemos decidir por ellos, no podemos decidir qué son siempre niños, son personas que tienen deseos, deseos de todo tipo, personales, económicos, de libertad, sexuales, de formar una familia; y todo esto no podemos ignorarlo, nosotros debemos reconocer como familias desde la primera infancia que nuestro hijo, sin importar la discapacidad que tenga, va a ser un adulto y debemos criarlo para esto, para que pueda ser un adulto independiente.

Florencia Falcinelli
TENDIENDO REDES.
Cel. 2345501103

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