Por Héctor José Iaconis.
“9 de Julio un siglo atrás” puede parecer un título bastante pretensioso para una nota periodística breve. Desde luego, lo es. Estudiar las particularidades de una sociedad en un período histórico determinado demanda una intensa tarea de investigación y la compulsa de fuentes muy variadas.
Por ello, corresponde advertir al lector que, en esta breve nota, apenas nos proponemos trazar un escueto panorama a partir de algunos datos estadísticos que nos permiten conocer un aspecto de la ciudad y del Partido hacia 1920. Al mismo tiempo, exponer algunas noticias sobre el movimiento poblacional en ese decenio.
“EL AÑO ‘20”
Quienes tuvimos la oportunidad de escuchar de labios de nuestros abuelos o de amigos mayores las historias lugareñas, fue redundante la alusión a acontecimientos acontecidos en la década de 1920. En efecto, ese lapso de dos lustros fue, en la sociedad nuevejuliense, en período caracterizado por no pocos conflictos de índole política.
En enero de 1920 había asumido su primera gestión como intendente municipal, Eduardo A. Fauzón. Preocupado por desarrollar un gobierno cuyo sello de estilo quedada, de alguna manera, impreso en la historia, acometió acciones en diferentes flancos: obras viales en los caminos internos del partido, que le granjearán algunos entuertos; el mejoramiento de los espacios urbanos, tales como la proyectada adquisición de las manzanas que conformaban la “Laguna de Quacquaro”[1], el embellecimiento de la Plaza “General Belgrano”[2], la higienización de los suburbios de la ciudad[3] y el blanqueo y pintura de edificios, la formulación de un proyecto de ampliación del edificio municipal y la creación de una sala de primeros auxilios y consultorio médico gratuito[4], que se verán concretados más adelante.
Acorde a una personalidad que, en la función pública, tendía a sojuzgar para salir con su cometido sea cual fuere el saldo, en ese año de 1920, ordenó de manera arbitraria la demolición de un escenario de mampostería que existía en la Plaza “General Belgrano” y que los lugareños llamaban “Rotonda”[5]. Después de ese exceso, no se privó de designar una comisión de vecinos para “estudiar y proponer todas las medidas que tiendan a embellecer las plazas y jardines existentes”[6].
Durante 1920 le cupo a la Municipalidad de 9 de Julio tomar cartas en el asunto sobre las negligencias cometidas por la Empresa Eléctrica “9 de Julio”, concesionaria del servicio de energía eléctrica.
Más allá de la posición que, en los años sucesivos, adoptaron las autoridades municipales frente al llamado “problema eléctrico” y, particularmente, a juzgar por la concepción que, al respecto, tenía el intendente Fauzón, resulta curioso que se haya dado lugar a penar a la empresa monopólica con una multa, a instancias de los fundamentados informes presentados por el ingeniero Marcelo Albarracín. Lo cierto es que esto sucedió cuando Fauzón se hallaba de licencia y ejercía la función de intendente municipal el presidente del Concejo Deliberante, Ramón N. Poratti.
A lo largo de 1920, el Concejo Deliberante de 9 de Julio sancionó algunas ordenanzas importantes, reglamentando el funcionamiento de establecimientos industriales[7]; haciendo obligatoria “la elaboración mecánica del pan y galleta en las panaderías del Partido”[8]; concediendo un subsidio de 1.000 pesos “a la Sociedad Protectora de los Pobres, destinados a la construcción de la Sala de Cirugía” del Hospital de los Pobres[9] y creando la Delegación Municipal en Morea[10].
Algunas ordenanzas de 1920, quizá, fueron más sugestivas; como la reglamentación del “funcionamiento de los pitos y sirenas de los establecimientos industriales”. Asimismo, por medio de una ordenanza se mandó ejecutar a los contribuyentes que poseían deudas atrasadas de tasas municipales y, en otras dos, se eximió del pago de impuestos a las instalaciones de la Sociedad Rural y al propietario de una cancha de pelota, respectivamente[11].
ESTADISTICAS
En 1920 habitaban en el Partido de 9 de Julio 34.694 habitantes[12]. Ese año existían en el distrito 213 pequeñas industrias y talleres que giraban un capital de 2.593.000 pesos y 329 casas de comercios, que giraban un capital de 8.715.570 pesos[13].
Según la información estadística oficial, hace cien años coexistían en 9 de Julio dos establecimientos sanitarios para internación: el Hospital de la Sociedad Protectora de los Pobres y el Hospital Español. En el primero, durante 1920, se habían atendido 546 internos (301 hombres, 36 niños, 181 mujeres y 28 niñas). Para ese año, el total de gastos en el Hospital de los Pobres había sido de 34.404 pesos (5400 en personal y 29.004 en medicamentos).
Concerniente al Hospital Español, en el mismo año, habían sido atendidos seis pacientes internos y 112 externos (60 hombres, 15 niños, 29 mujeres y 8 niñas). Los gastos de sostenimiento de este establecimiento fueron de 10.800 pesos (2500 en personal y 8300 en medicamentos)[14].
VEHICULOS EN EL PARTIDO
En 1920 circulaban en el Partido de 9 de Julio una dotación interesante de vehículos: 249 automóviles particulares, 68 coches y volantas, 365 carros y carretas de cuatro ruedas; 2450 jardineras, tílburis; 330 carros y carretas de dos ruedas y 45 coches y volantas de cuatro ruedas[15].
En poco más de ocho años, estas cifras se verán incrementadas considerablemente; pues, en 1928, entre los vehículos particulares de cuatros ruedas había 1024 automóviles y 211 camiones, 48 coches y volantas y 498 carros y carretas; entre los particulares de dos ruedas, 2779 sulkys y tílburis, 405 carros y carretas y 18 bicicletas; y entre los coche de alquiler, 74 automóviles y 15 coches y volantas[16].
INCREMENTO POBLACIONAL DEL DECENIO
Los registros oficiales nos permiten tener una idea exacta de la variación poblacional verificada durante la década de 1920.
En el primer quinquenio, la población en el Partido de 9 de Julio era la siguiente:
En 1923: 38.530 habitantes[17].
En 1924: 29.857 habitantes (de los cuales, 15.905 se encontraban en la ciudad cabecera)[18].
En 1925: 41.165 habitantes[19].
Al finalizar la década, el 1° de enero de 1929, el incremento de habitantes en el Partido había sido considerablemente mayor: 58.502 habitantes[20].
LA VIDA SOCIAL EN LAS LOCALIDADES DEL DISTRITO
En cada una de las localidades del Partido de 9 de Julio, así como en la ciudad cabecera, se entrelazaba una intensa vida social. Por citar un ejemplo, en 1920, fue fundado el Centro “25 de Mayo” en Dennehy.
Precisamente, dos testimonios vinculados con el primer baile de este Centro Recreativo, dan cuenta de las características de estas reuniones sociales. Josefina Penette de Rastelli, en una entrevista recogida hace medio siglo, recordaba aquel baile realizado el 25 de mayo de 1920, con las siguientes palabras: “El día del baile fue inolvidable. Los integrantes de la Comisión esperaba a los invitados en la puerta y los atendía con gran caballerosidad, acompañándolos hasta las mesas”.
“En los intervalos –proseguía el relato- se servían a los presentes chocolate con masas, bebidas, etc. Muchísima gente fue de la zona, abundando los grupos familiares, como era la costumbre de la época. Ese fue mi primer baile y para la mayoría de las jóvenes, y algunas que no lo eran tanto, también fue el primero. Una orquesta interpretó ritmos tan variados como vals, one steep, two steep (ritmos del viejo jazz ‘dixieland’), tanto, fox-trot, lanceros y otros. Las polleras que se usaban eran largas hasta más de media pierna y los peinados con rodete”.
Don Clodoveo Villa, quien también participó del histórico baile que dio origen a la centenaria institución de Dennehy, recordaba –en otra entrevista realizada en 1970- que “las invitaciones por tarjeta costaban cinco pesos y la presentación de la misma era indispensable para concurrir; solamente pagaban tarjeta los hombres, pues las mujeres ingresaban gratuitamente”.
“La tarjeta –añadía Villa- daba derecho a consumiciones: chocolate, masas, bebidas, etc. Ese baile comenzó a las 21:30 horas y terminó con la salida del sol, porque la totalidad de los presentes había acudido en sulkys o charrets que carecían de iluminación, cosa problemática especialmente para quienes vivía lejos”.
NOTAS
[1] Cfr. Archivo de la Secretaría Legal y Técnica de la Municipalidad de 9 de Julio (en adelante, A.S.L.T.), Libro de Ordenanzas sancionadas por el H. Concejo Deliberante de 9 de Julio n° 5, folio 189 [Se hace la salvedad que, la signatura topográfica de los documentos indicados en este artículos corresponde a la fecha en que fueron relevados por el autor (diciembre a febrero de 1995) dado que, en la actualidad, la misma habría sido modificada].
[2] Ibidem, folio 198.
[3] Ibidem, folio 204.
[4] Ibidem, folio 190.
[5] Cfr. Imágenes históricas nuevejulienses: Un escenario olvidado en la Plaza Belgrano en Diario EL 9 DE JULIO, 4 de junio de 2018, disponible en https://www.diarioel9dejulio.com.ar/noticia/91289.
[6] A.S.L.T., Libro de Decretos y Resoluciones de la Municipalidad de 9 de Julio n° 2, folio 50.
[7] A.S.L.T., Libro de Ordenanzas… n° 5, cit., folio 210.
[8] Ibidem, folio 213.
[9] Ibidem, folio 202.
[10] Ibidem, folio 250.
[11] Ibidem, folios 196 y 211.
[12] Boletín de la Dirección General de Estadística y Departamento Provincial del Trabajo, año XXI, nº 210, La Plata, octubre-diciembre de 1920, pág. 538.
[13] Ibidem, pág. 578.
[14] Ibidem, pág. 559.
[15] Ibidem, pág. 552.
[16] Boletín de la Dirección General de Estadística de la Provincia de Buenos Aires, año XXX, n° 245 y 246, La Plata, 1° de octubre de 1929, pág. 648.
[17] Dirección General de Estadística, Extracto Estadístico de la Provincia de Buenos Aires, para uso de las escuelas, La Plata, Taller de Impresiones Oficiales, 1924, pág. 13.
[18] Dirección General de Estadística, Anuario Estadístico de la Provincia de Buenos Aires para el año 1924, La Plata, Imprenta A. Baiocco, 1926, tomo I, págs. 33 y 60.
[19] Boletín de la Dirección General de Estadística de la Provincia de Buenos Aires, año XXVIII, n° 235, La Plata, 1° de enero de 1927.
[20] Boletín de la Dirección General de Estadística de la Provincia de Buenos Aires, año XXX, n° 241, 242, 243 y 244, La Plata, 1° de abril de 1929.