La Puerta del Sol de Madrid pasó a ser peatonal, con el cierre al tráfico de un tramo de la calle Mayor, la única vía que actualmente interrumpía el paso de los peatones en el denominado Kilómetro Cero de la capital de España.
Los coches han dejado de pasar por el tramo de la calle Mayor desde Esparteros -todo el ámbito de la plaza- en Alcalá hasta la plaza de Sevilla, y en la Carrera de San Jerónimo hasta Canalejas. También se cierran al tráfico tramos de Espoz y Mina y de la calle de la Victoria. En total, 5.546 metros cuadrados más para uso y disfrute del peatón.
Este punto histórico, testigo de la declaración de la II República española (14 de abril de 1931), escenario de masivas manifestaciones y despedidas de año, ha mudado de piel múltiples veces desde que en la década de 1850 se abrió en forma de plaza entre las callejuelas del casco histórico de la ciudad, en cuyo callejero figuraba ya en el siglo XVII.
Lugar bullicioso por excelencia, la Puerta del Sol es punto de encuentro habitual para el turismo, ir de compras y disfrutar de la gastronomía en la infinidad de comercios, bares y restaurantes de la zona. Aquí se encuentra también el conocido “Kilómetro Cero”, punto de partida de la red radial nacional de carreteras de España.
Y aquí se han reunido durante décadas madrileños y forasteros cada 31 de diciembre para despedir el año bajo el reloj de la Casa de Correos, uno de los símbolos de esta Puerta del Sol.
En el nuevo diseño de la plaza habrá bancos de piedra que determinarán el área comercial y en ella se ubicarán los monumentos de la Mariblanca, el primero en instalarse en la Puerta del Sol en 1630, y del Oso y el Madroño, emblema del escudo madrileño. En el proyecto, además, se sustituyen las actuales fuentes, que quedarán fundidas en una estructura rectangular. (DIB)