Imaginémonos por un momento cómo fue aquella mañana del 26 de Octubre de 1863, cuando partían las tropas que fundarían 9 de Julio.
Allá, en Bragado, dispuestas ya las tropas y gran número de civiles para marchar al nuevo destino. ¡La despedida! ¡Las felicitaciones y esperanzas!
Seguramente la llegada no ha sido compacta ni cerrada. ¿Formó, Julio de Vedia, ese día a sus tropas para un solemne acto? ¿Tocó su banda musical? ¿Y él, les habló a los llegados en una arenga, explicando lo que significaba esa gesta para la Patria y para su propio futuro?
Son preguntas que quizás nunca podremos responder. Buenaventura Vita, primer historiador de 9 de Julio, escribe: “Al llegar al Oeste de la laguna la más al sur de las tres lagunas, la que hoy se conserva como lago, en el Parque público de San Martín, hizo hacer alto a las fuerzas y echar pie a tierra, acampando en el perímetro, comprendido entre las calles que hoy llevan los nombres de Salta, Jujuy, Catamarca y Entre Ríos”.
Llegadas las tropas, en seguida levantaron sus carpas militares; improvisaron un potrero para encerrar la hacienda; zanjearon un corral o potrero para resguardar los caballos y empezaron a construir la primera cuadra de 140 varas de frente. Esta última, -cuenta Julio de Vedia a Bartolomé Mitre, en carta del 1º de noviembre de 1863- adelantó tan rápido que en cuatro días se construyeron dos caras.
Conocemos pocos nombres de civiles y comerciantes que han acompañado al convoy fundador. Estaba el comerciante Emilio Carballeda, también Gerónima Bustamante de Tobal, quien lavaba la ropa de los oficiales en bateas de cueros de vaca.
Para establecer la fecha exacta de la fundación de 9 de Julio, disponemos de dos comunicaciones históricas y precisas, que el coronel Julio de Vedia enviara Ministro de Guerra y Marina de la Nación, el general Juan A. Gelly y Obes.
La familia del coronel Julio de Vedia se ha trasladado un poco más tarde. El doctor Germán Vega fue nombrado médico del nuevo asentamiento y también el padre Luis Leonetti era nombrado capellán militar y por eso viajó él o su teniente cura semanalmente a la nueva fundación.
Hay un recuerdo de uno de los primeros pobladores, el comerciante Emilio Carballeda, entonces de 35 años, casado con Fermina Sosa, quien escribe en su “Crónica retrospectiva de la Fundación de 9 de Julio”, que conocemos por un artículo del periódico local “El Porvenir”, con fecha del 2 de Agosto de 1903: “El 15 de Noviembre de 1863, se inauguró en el campo desierto, hoy Plaza General Belgrano, la primera casa de comercio que estableció Don Emilio Carballeda con un selecto y variado surtido de mercaderías en general, aunque con reducido capital, pues no excedía de treinta mil pesos moneda corriente”.
“Esta casa, construida de maderas, traídas del 25 de Mayo, a cinco cuadras avanzadas del campamento militar, fue la base fundamental para la ubicación de la Plaza, y punto de partida o arranque de donde el agrimensor Miguel Vaschetti trazó la planta urbana del pueblo, la de las quintas y chacras, en el mes de marzo de 1864”, refiere Carballeda.
Bibliografía:
– MEINRADO HUX, El General Julio de Vedia. 1826-1892. Su vida y trayectoria militar, S.d., 2006.
– BUENAVENTURA N. VITA, Crónica Vecinal de Nueve de Julio, 1863-1870, La Plata, Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, 1938.