El mundo está cambiando, la mirada sobre la inclusión de las personas con discapacidad también, en algunos lados más que otros, pero somos muchos que trabajamos a diario para lograr este cambio en nuestro distrito y en cada uno de los distritos donde «Tendiendo» tiene presencia. Luchamos y trabajamos quizás despacio pero sin pausa para que el diseño universal comience a ser una política pública, la accesibilidad (en este caso la arquitectónica, ya que el término es mucho mas amplio) es importante para todos especialmente para las personas con discapacidad sino para los adultos mayores o los que momentáneamente tienen una movilidad reducida.
Gracias a la Convención Internacional de los derechos de las personas con discapacidad, la cual tiene jerarquía Constitucional en nuestro país, se ha dejado a un lado el Modelo Rehabilitador para darle paso al Modelo Social, nuevo paradigma del tratamiento de la discapacidad, donde se considera que las causas de la discapacidad sin en gran medida sociales, es decir se respeta lo diverso.
Ahora bien, esto son solo palabras sino comenzamos a desarrollar todas las políticas publicas con perspectiva en discapacidad. Para ello es necesario capacitar a los funcionarios a cargo de los temas urbanísticos de los distintos municipios también a los Colegios de Arquitectos, para que las nuevos diseños de construcciones de edificios, plazas, parques y todo espacio que conforme la ciudad se basen en el Diseño Universal o Diseño de Todos.
Hace unos días se votó una ordenanza en nuestra ciudad para prohibir la accesibilidad de autos y motos al Parque Municipal, predio que se utiliza para el esparcimiento de todos los vecinos. Con está ordenanza un grupo de vecinos no podran acceder, y si bien figura en la misma ordenanza que se contemplarán estos casos, no dice como, ni cuando. También es cierto que desde hace un tiempo no pueden hacerlo. ¿Qué significa esto?. Que las leyes, no solo las locales sino las provinciales y nacionales se hacen sin la perspectiva en discapacidad.
Esto también sucede con la sociedad (autos arriba de las veredas, rampas sólo en las partes más cercanas al centro, negocios sin rampas de accesos, verdulería con su mercadería en las veredas que dejan poco o nada de espacio y otras situaciones similares) y ¿qué hacemos con estas situaciones? No cabe duda que tenemos que educar, podríamos apelar a la tan famosa empatía, pero no es suficiente, solo con EDUCACIÓN, y también con multas que realmente se cobren y no un apercibimiento, es que podremos empezar a vivir en una ciudad más accesible.
Por último voy a mencionar la frase de la Declaración de Estocolmo que se convirtió en el slogan de las ciudades accesibles:
«El buen diseño capacita, el mal diseño discapacita» deseando que nuestra ciudad se convierta en un ejemplo de accesibilidad.
Nancy Grizutti
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