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martes, noviembre 26, 2024

Un software mide la respuesta inmune contra todo tipo de cáncer


Un grupo de investigadores argentinos logró desarrollar una herramienta bioinformática que puede cuantificar «de manera muy precisa» la cantidad y el tipo de glóbulos blancos que se infiltran en tumores. La nueva herramienta lleva el nombre de Mixture, es un software que permite comparar la secuenciación genética de la muestra de un tumor con la secuenciación genética de las células del sistema inmune y estimar, a partir de encontrar las coincidencias, qué porcentaje de cada una de estas células está presente en el tumor.
Sus desarrolladores pertenecen a la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y el Conicet. Del estudio participaron Elmer Fernández, investigador del Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas (Cidie), la doctora en Biología Romina Girotti, directora del estudio e investigadora del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme), Gabriel Rabinovich, Yamil Mahmoud, Florencia Veigas y Joaquín Merlo, del Ibyme y del Conicet; Darío Rocha, de la Universidad Nacional de Córdoba; Hugo Lujan, del Cidie y el Conicet; Matías Miranda, de la UCC; y Mónica Balzarini, del Conicet.
Uno de los participantes del estudio es Joaquín Merlo, nacido en Buenos Aires y es hijo de un juevejuliense, perteneciente a una familia muy conocida en nuestro medio. Joaquín tiene 28 años es hijo de Delia Cressatti y Hugo Merlo (oriundo de 9 de Julio).
Joaquín cursó sus estudio secundarios en el Colegio Marianista de Buenos Aires y los estudios universitarios en la UADE, es Licenciado en Biotecnología y está terminando la Licenciatura en Bioinformática (también en la UADE).
Joaquín se encuentra realizando Estudios de posgrado, actualmente es estudiante del Doctorado en Química Biológica en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (FCEN-UBA). Los estudios doctorales los lleva adelante gracias a una beca doctoral de CONICET. en el ámbito de la docencia es Jefe de Trabajos Prácticos del Departamento de Biotecnología y Alimentos. En diálogo con «EL 9 DE JULIO», Joaquín Merlo comentó aspectos de la investigación y el desarrollo.
– ¿Cómo surgió la posibilidad de participar de la investigación?
– En 2019 empecé a formar parte del Laboratorio de Inmunooncología Translacional (a cargo de la Dra. Romina Girotti y del Dr. Gabriel Rabinovich) y el proyecto ya estaba en marcha. Me interioricé, estudié mucho y pude sumarme al desarrollo hasta el final.
– ¿En qué consiste el aporte?
– El proyecto se podría dividir en dos grandes partes: la primera es la del desarrollo y validación del algoritmo/software llamado MIXTURE que estuvo a cargo de la gente del CIDIE (Centro de Investigación y Desarrollo en Inmunología y Enfermedades Infecciosas) liderado por el Dr. Elmer Fernandez, y la segunda que es la aplicación del mismo a lo largo de un gran número de muestras humanas para ver qué nuevas cosas podía decirnos que otros algoritmos no hubieran podido hasta el momento. Es en esta segunda parte donde me involucré junto con mis compañeros Yamil Mahmoud y Florencia Veigas. Junto con ellos aplicamos el algoritmo en muchísimas muestras de pacientes y analizamos la relación entre las células del sistema inmune presentes (medidas a través del algoritmo) y diferentes rasgos clínicos, como la respuesta a inmunoterapias y mutaciones presentes, entre otras.
– ¿Qué representa este objetivo?
– El objetivo de nuestro laboratorio es estudiar los llamados “biomarcadores” de respuesta a las tan utilizadas inmunoterapias. Queremos establecer un conjunto de marcadores que nos indiquen, a priori, si un paciente va responder o no a estas terapias. En este sentido, día a día trabajamos estudiando los biomarcadores propuestos por el ámbito científico e intentamos proponer nuevos, y ahí es donde entra MIXTURE: creemos que el tipo y proporción de células inmunes presentes en el tumor de un paciente puede ayudarnos a predecir si es un buen candidato a la inmunoterapia y ésta herramienta puede ayudarnos a obtener esa información rápidamente. El fin último de nuestro trabajo es “llegar a la clínica”: desarrollar herramientas y proponer marcadores desde la investigación básica pero siempre con el foco puesto en que éstos sean aplicables y asequibles en el ámbito clínico para que los pacientes puedan beneficiarse. Así que para nosotros es un gran placer que todo el trabajo que hicimos haya sido reconocido por la comunidad científica que esté disponible para todos. Por supuesto también estamos contentos con toda la repercusión que tuvo en otros ámbitos, creemos que la ciencia es para todos y nos da ánimos para seguir avanzando.

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