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lunes, noviembre 25, 2024

Qué ocurre cuando perdemos un diente


La falta de un diente puede ser motivo de problemas mayores para nuestra boca, que a lo largo del tiempo se irán acentuando. Ante la función de la masticación se produce un impacto de los alimentos sobre la encía, pudiendo dañarla y generar molestias, esto dificulta dicha función, por lo que tendemos a masticar del otro lado provocando un mayor desgaste de este último.
La ausencia de contactos provoca una movilización de los dientes adyacentes al espacio vacío, inclinándose y cerrando el espacio, del mismo modo el diente contrario erupciona buscando el contacto correspondiente. Esta movilización generalizada provoca que los contactos entre dientes se vuelvan irregulares e incluso se abren facilitando así la acumulación de alimentos, y por ello la aparición de caries. Además, la nueva posición de los dientes dificulta la higiene y genera espacios donde se acumula el cálculo dental. La alteración en la posición de los dientes genera numerosos contactos indebidos durante la masticación forzando carga sobre ellos y causando desgastes prematuros.
Para corregir esta situación no sólo debemos reponer el diente que falta, sino también restablecer la relación de mordida a su punto original. Por todo esto es muy importante que ante la pérdida de un diente lo restauremos cuanto antes evitando así todos los problemas que puede provocar.

Autores
Od. Esp. en Ortodoncia.
Hugo C. Tagliafico
Od. Esp en Prótesis. Alan R. Schmidt
(Clínica Odontológica Privada de 9 de Julio)

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