Discapacidad: La sexualidad como un derecho

Las personas con discapacidad tienen derecho a una vida afectiva y sexual plena, saludable y satisfactoria.
La visibilización y el reconocimiento de los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las personas con Discapacidad son fundamentales para hacer frente a la discriminación y a la histórica negación de estos derechos universales. Esta situación se basa en la presunción errada de la no sexualidad de las personas con discapacidad (PCD), así como en la presunción de incapacidad para decidir sobre sus cuerpos, su salud y su vida sexual y reproductiva.
Los mitos impactan negativamente sobre la sexualidad de las personas con discapacidad. Se silencia, se invisibiliza la diversidad y se considera peligrosa e innecesaria la educación sexual. Por lo tanto, se evita y se reprime, limitando el pleno ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos.
Hay una tendencia a nivel mundial que considera la sexualidad como una necesidad y no como un deseo promoviendo el ejercicio de la prostitución al servicio de las personas con discapacidad.
En contramano a esta tendencia hay familias que proceden a intervenciones anticonceptivas (hormonales y quirúrgicas) que intentan anular la sexualidad hormonal sin el consentimiento de sus hijos.
En ambos casos se observa el avasallamiento de los derechos y la utilización del poder a través de la violencia en todas sus formas.
Desde Tendiendo Redes sostenemos que la correcta información y acompañamiento son necesarios para el pleno desarrollo de los derechos a través de la educación sexual integral.
Agrupación «Tendiendo Redes».