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sábado, diciembre 21, 2024

Discapacidad: «Hablamos de vínculos»

El origen etimológico de la palabra vínculo del latín vincŭlum es unión, relación o atadura de una persona o cosa con otra. Por lo tanto, dos personas u objetos vinculados están unidos, encadenados, emparentados o atados, ya sea de forma física o simbólica.
El vínculo afectivo está presente en cada escenario de la vida social desde que nace hasta su vida adulta. La persona establece relaciones afectivas con sus pares, un ejercicio suscito por la madre inicialmente, se fortalece y activa con cada interacción con el entorno. Es una posibilidad de percibir el mundo de una manera más confiable y agradable. El entorno justamente es el escenario donde las tramas vinculares van tejiéndose, por lo que allí devienen infinidad de formas de vínculos, de comunicación, de contacto con aquellos otros tan necesarios en la vida de todos los sujetos.
Cuando nos vinculamos no sólo ejercemos el derecho de elegir con quien queremos estar, qué cosas consideramos en común, etc., sino qué llevamos con nosotros toda nuestra subjetividad, nuestra historicidad y es desde allí donde construimos lazos y poder establecer relaciones de amistad, de pareja, de trabajo, la convivencia en sociedad. Somos portavoces que lo que acontece en nuestro mundo interno y a su vez receptores del mundo interno del otro, la mirada que el otro tiene de nosotros y viceversa.
Pensemos esto desde la discapacidad, reflexionemos en la importancia del vínculo de las personas con discapacidad. En general se ve una tendencia al aislamiento, sin duda alguna porque les resulta muchas veces un esfuerzo mayor ser vistos en su integridad, en su ser y no en su discapacidad. Si bien sabemos que la mirada social está en proceso de cambio, es importante interpelarnos sobre cómo somos respecto al vínculo cuando conocemos o compartimos espacios con personas con discapacidad. La forma que nos dirigimos, la disposición para establecer una amistad, la relación en ámbitos de trabajo, la mirada que depositamos en el otro. El vínculo es de vital importancia porque sostiene, porque nadie puede ser solo, aislado. Es por ello que desde Tendiendo Redes los invitamos a pensar en la posibilidad de trabajar sobre nuestros vínculos, la apertura de miradas, en saber que las personas con discapacidad necesitan sus momentos con otros: amigos, compañeros, parejas, vecinos, estudiantes, solo se necesita la aceptación y respeto en su individualidad ¿Acasa no es lo que todos queremos? Un vínculo sano, abierto, empático es fundamental para una inclusión verdadera.
Agrupación Tendiendo Redes

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